El escenario principal se estrenaba con los valencianos NOCTEM a las 18.30 y con unas temperaturas por suerte para todos no tan insufribles como el día anterior, pues las nubes que nos daban un respiro tanto a los músicos como al resto de los allí presentes.
La temperatura no fue un impedimento para estos black metaleros locales, que salieron ataviados con unas vestimentas muy cuidadas y trabajadas, cubiertos en sangre y con una estética muy siniestra.

Su puesta en escena fue bastante buena, con mucha garra y fuerza, y sus canciones contundentes. Con tan solo 30 minutos de concierto, decidieron centrarse en el material de su segundo y último disco, con canciones como "Popol Vuh", "Invictus", "The Arrival of the False Gods", "A Boring Winged Snake", "Under Seas of Silence" o "Q'uma'rka'aa'j", sin olvidar temas de su primer trabajo como son "Divinity" y "Religious Plagues". Sin duda un buen grupo para los amantes del género.

Con el sol aún haciendo de las suyas salieron a escena los británicos ARCHITECTS, que con su mezcla de metalcore y hardcore progresivo trataron de reventar el escenario Costa de Fuego en los tan solo 45 minutos de que disponían. Supieron aprovecharlos bien y tocaron hasta 11 canciones sin tregua. Claro ejemplo de ello fue que ni siquiera pararon cuando uno de sus guitarristas empezó a tener problemas con su guitarra. Problemas que se dilataron varios temas, primero desconectando el inalámbrico y pasando a tocar con cable, luego cambiando de guitarra e incluso llegando a tocar casi un tema entero mientras su técnico de sonido, aparentemente, le cambiaba una cuerda. Este tipo de detalles demuestran la profesionalidad de algunas bandas. El concierto estuvo a la altura de las circunstancias aunque quizás el público no tanto. Si bien el cantante no paró durante todo el concierto, saltando, corriendo y desgañitándose a la vez que mezclaba buenas voces limpias; nos dio la impresión de que el escenario, una vez más, les quedaba algo grande. Este tipo de grupos necesita de una interacción mas directa y cercana con el público y sin duda hubiesen funcionado mucho mejor en un escenario como el Black Bikini. Quizás esa lejanía del público, el calor, o la hora temprana, hicieron que la gran parte del público asistente estuviese muy desconectado.

Su batería Daniel Svensson subía al escenario cuando empezaba a sonar la intro de "Could Connected", la cual iba entrecortándose y ralentizándose hasta que el resto de la banda saltó al escenario y comenzó la canción. El concierto rozó la perfección. Un set list muy compacto, con los mejores temas del último disco como "Fear is the Weakness", "Where the Dead Ships Dwell" o "Deliver us", los cuales sonaban con una pegada descomunal en directo (muchísima más que en el propio disco) y con temas ya clásicos como "Alias", "Delight and Angers" o "Trigger". El grupo entero estuvo perfecto, volcados con el público desde el primer minuto hasta el último. Un Bjorn Gellote a la guitarra que no paraba de sonreír, cantar los estribillos e interaccionar con el público, un autentico frontman.

Niclas Engelin era un torbellino, sin parar de un lado a otro, agresividad e intensidad sin límites, mientras que por su parte, Anders Fridén estuvo inmenso, no solo en el apartado vocal durante las canciones sino entre ellas. Simpático y cercano al público, hizo de todo para amenizar la velada, desde animar a la gente a gritar al unísono donde estaban, burlarse de sus compañeros entre tema y tema por descansar demasiado, diciéndoles que estaban ahí para trabajar hasta animando al público a que se acercaran más a ellos con frases como "estos señores que veis aquí debajo enseñando músculos… son buena gente, pero quieren oleros a todos de cerca", fomentando de esta manera el comienzo de un body surfing para el que dicha seguridad no estaba ni preparados ni acostumbrados, reaccionando de manera algo desagradable obligando a todos a cesar y bajar con la amenaza de expulsarlos del festival. Los pocos que llegaron al foso fueron echados agarrados por el cuello y de un modo forzado completamente innecesario y fuera de lugar.

Uno de los momentos estelares de la actuación fue cuando Anders, y como ya viene siendo habitual en sus últimas giras, pide una cámara de un fan del público para grabar en video "Only for the Weak" desde el propio escenario, con la única condición de que dicho vídeo sea subido a Youtube al día siguiente. (Ya podrían aprender de éstos algunos grupos como Guns n' Roses o Marilyn Manson, que ponían unas restricciones a la prensa muy rigurosas). Ver a varios miles de personas saltar al unísono con este tema, con ya categoría de himno en toda regla, fue realmente increíble.

Dicha intro fue ni más ni menos que la banda sonora de la película "Marea Roja" (recordemos que el principal compositor de la banda, el teclista Tuomas Holopainen, es un gran fanático de las bandas sonoras y en especial de compositores Hans Zimmer y Danny Elfman, entre otros). El comienzo fue abrumador, con una imagen de lo más cuidada, desde los adornos del teclado de Tuomas al más puro estilo vikingo con un entramado de tubos, una telón de fondo gigante con la portada del Imaginaerum, una iluminación muy bien elegida y un desplante de pirotecnia a la altura de las circunstancias.

Con tan solo 60 minutos, era de esperar que se centrasen más en sus últimos discos, grabados por su actual cantante Anette Olzon, como el tema elegido para empezar el concierto "Storytime", en los que es de esperar que se mueva algo más cómoda que en los temas compuestos por y para la gran Tarja Turunen, donde la sueca Anette siempre se ha mostrado fuera de lugar. Gran prueba de ello quedó patente en su segundo tema, "Wish I Had an Angel" donde se evidenciaba enormemente las carencias vocales de Anette, no sólo porque no llegase (ni tan sólo se acercase) al tono de la original de la canción y de Tarja, sino que se quedaba completamente eclipsada por la voz del bajista y corista Marco Hietala. Aún es más, fue realmente sorprendente el comienzo de la canción en la que escandalosamente se apreciaba como bajaban el volumen del micrófono de la cantante Anette, dejando el protagonismo completo a Marco, que con su tremenda voz subsanaría una y otra vez las extremas carencias de su cantante principal.

Según pasaban los minutos y las canciones se iba evidenciando lo dicho anteriormente. Tres temas de la era Tarja continuarían, "Planet Hell", "Nemo" y "Over The Hills and Far Away" donde, especialmente en este último tema, Anette demostró no sólo no estar a la altura de su predecesora, sino también de sus compañeros de grupo.

Para cerrar su actuación, se despidieron con una descarga de pirotecnia impresionante en "Last Ride Of The Day" y con la outro de "Imaginaerum".

Pese a no seguir a la banda, creo que hay conciertos que ningún amante de la música debe perderse, pues hay artistas que en directo, te guste su música o no, te dejarán con la boca abierta. Eso mismo pensaba de Manson y todo el que tenga esa idea en la cabeza ya se la puede ir quitando. No se acerca ni de lejos a ofrecer lo que un músico de su caché debería ofrecer. De hecho, si el show que el señor Brian Warner ofreció la otra noche en Benicassim lo hubiese ofrecido cualquier mindundi, lloverían las críticas a diestro y siniestro.

Cero innovación, cero feeling con el público, cero creatividad sobre las tablas, cero escenografía, y lo que es peor: cero ganas... Sólo él con sus rarezas, que cada vez son menos. Maquillaje, guantes, par de máscaras, bufandas de plumas, un micrófono con forma de cuchillo y chimpom. Un poquito de nieve de mentira durante un tema y una cortina de bombillas al final del escenario durante otro.

El único momento en que la escenografía estaba un poco más acorde al nivel esperado fue cuando bastante lentamente y con el escenario a oscuras, montaron un atril muy alto lleno de micrófonos y con un fondo negro con banderolas rojas con el símbolo de un rayo tachado. Una clara alusión al régimen nazi. Es por este tipo de cosas que se conoce a Manson, no por su buen hacer musical, sino por tener ezcenografía "nazi", por el bulo de que se quitó dos costillas para todos ya sabemos qué, por el bulo de que se había operado para cambiarse de sexo... Pero por su música los no fans sólo le conocen por par de versiones, que fueron las más coreadas de la noche.
Volviendo a el momento más espectacular de la noche, en cuanto el vocalista se subió al atril tiró al suelo todos los micrófonos salvo uno, que fue el que utilizó para cantar. Retozando sobre el atril mirando hacia sus propios músicos o hacia atrás, y ya está... eso fue todo el show.

Fueron bastantes los valientes que se quedaron para verles, pero el cansancio hacía mella y el público hubiese respondido muchísimo mejor a una hora más temprana. Eso no les hizo decaer en su directo. Su vocalista corría de un lado para otro sin descanso, cantando para todos y cada uno de los allí presentes. El resto de la banda tampoco era menos, saltando, moviendo la melena y correteando de aquí para allí.

Muy buen sonido y mucha energía en escena. Abrieron su show con "Limítate", para seguir con "Desesperación, Antes y después, Deja-vu, Denuncio a dios, Tu medición, J.F, Habitación 106, Egoísmo, Irracional" y para cerrar la noche, "Un mundo en pausa".

Presentaban su segundo trabajo, "Defying the gods", y sonaron muy potentes y compactos, sin fallos en la ejecución. Donde sí fallaron fue en la puesta en escena, donde se mostraron algo incómodos y muy estáticos, especialmente el vocalista de la banda, que en ningún momento se movió de la parte central del escenario y en el único momento que rompió la monotonía fue para bailar "el robocop". Tampoco estuvo muy acertado en su papel de showman en las paradas entre tema y tema. Quién más destacó en puesta en escena fue el bajista.