Artista: We Sell The Dead
Álbum: Black Sleep
Sello: earMUSIC
Me cuesta entender a la industria discográfica actual, pero a veces sellos como earMUSIC saben lo que hacen, lo que editan y la calidad que guardan sus productos, pues me quito el sombrero cuando se apuesta por una banda "nueva", sin grandes ventas detrás, y sobre todo, con unas ideas hacia las que, si el mundo fuese justo, los astros se alineasen y la humanidad no sintiese recelo hacia la novedad, se conseguiría que una bandaza como We Sell The Dead llegase alto...muy alto. Porque discos como su segundo Black Sleep se encuentran pocos en el mercado musical. Es más, puedo hablar, a pesar de lo exagerado que pueda parecer, de la segunda placa de la "superbanda" como uno de los mejores trabajos de 2020, y probablemente de 2021, porque no voy a reservarme una opinión firme cuando me hallo ante uno de los más grandes descubrimientos de los últimos años, máxime cuando su primer disco Heaven Doesn't Want You and Hell is Full ya llamó mi atención poderosamente. Black Sleep no solo posee una enorme producción, casi perfecta (la base rítmica es digna de elogio), sino que el álbum mira por la canción, su tratado y no por el lucimiento personal de un line-up plagado de nombres conocidos como el de Niclas Engelin (In Flames) o Apollo Papathanasio (Firewind), es decir, gente que podría medir su ego en el grupo, y no lo han hecho, siempre inclinando sus virtudes hacia un resultado sublime.
"Caravan" comienza de modo acústico, melancólico y con elegancia, hasta que rompe la calma un riff muy Sabbath de la época Tony Martin, que te deja pegado a los auriculares sin posibilidad de realizar otra actividad que no sea seguir masticando música. La voz de Apollo transmite una gran cantidad de sensaciones y texturas, y el sonido está tan bien balanceado que casi podría definirse como la perfección, dejando que, poco a poco, el tema, de base rítmica poderosa, nos envuelva con un oscuro y casi tenebroso estribillo. Curiosa mezcolanza entre melancolía y tinieblas para un tema perfecto de apertura, con un solo de Niclas sensacional. Para cuando llegas a "Across The Water", ya estás poseído por el sonido de We Sell The Dead...único, sin copy/paste evidente, y con una clase arrolladora. La melodía de teclado, riff y silueta de la canción, bien recuerda a HIM, aunque cuando la voz de Apollo realiza su aparición, The Cult vienen de visita. Una fusión tan atractiva como difícil a priori, que en la canción calibra una de las mejores composiciones del disco, con un estribillo difícil de obviar. Mientras, "Black Sleep", que se introduce con un teclado Hammond, vuelve a recordarnos que estamos ante un lp de influencias clásicas, pero de sonido completamente actual, porque de nuevo, la personalidad es dueña y señora de la propuesta que nos muestran, recordándome sobremanera a lo que vienen ofreciendo Europe en los últimos tiempos, inclusive algunos guiños de voz que son deudores del propio Joey Tempest. Una auténtica joya de canción, cuyos coros, probablemente procesados, son de gran calidad, así como el pequeño puente de teclado, muy bien elegido y ejecutado.
No me canso de repetir las tres canciones anteriores, pero "Carved in Stone" es una debilidad, ante lo que podríamos definir como unos Black Crowes a lo dark, de toque muy comercial, y en esta ocasión, con un Apollo que se acerca a los tonos de James Michael en Sixx A.M., en un temazo absoluto, definitorio de la grandiosidad de todo el disco. Feeling, clase y unas composiciones que te levantan de la silla. Las referencias son claras, múltiples, pero se quedan en eso...meras inspiraciones para algo único. Si no, escucha las acústicas, de gran producción, de la setentera "The Light", una preciosa balada o medio tiempo, en la que Papathanasio nos muestra sus tonos más limpios, en una delicada composición cargada de buenos arpegios y mejores arreglos, para aterrizar en un "Hour of the Wolf" que vuelve a hacer gala de esos riffs más HIM, que en esta ocasión, son el hilo conductor de la canción, más pesada, metálica y en la que, una vez más, nos invade un gran estribillo y esos coros que parece serán uno de los ingredientes de We Sell The Dead. Pero...¿qué escucho?. El bajo inicial de "River in Your Blood" suena tan gordo y previsible como poderoso. Casi podemos intuir que después de él se precederá el mismo riff con power chords, y así es. Un acorde grueso, muy Sabbath, que poco a poco se va desinflando para llegar a otro estribillo radiable, pero en esta ocasión, rodeado de ese aura stoner/doom que a mi en lo personal, me encanta. Y los de Ville Valo de nuevo vienen a nuestra cabeza con "Nightmare and Dream", donde la personalidad de Niclas hace aparición, creando líneas de guitarra muy dinámicas, limpias y muy bien ensambladas en un tema de base dura pero comercial, que se mantienen en la menos pesada "Scars in My Heart", que, esta vez si, contiene algunos tramos de guitarra deudores de In Flames, aunque sean los mínimos, siendo "Shallow Grave" la pieza elegida para decir "hasta luego" a una nueva escucha de Black Sleep, dando carpetazo como se empezó la aventura, es decir, usando las emociones como hilo conductor para la placentera escucha.
We Sell The Dead me han ganado con su segunda apuesta, a golpe de una producción extraordinaria, canciones sobresalientes y generando un sentimiento que pocas bandas lograrían. Un disco que me veo escuchando dentro de una década sin que haya perdido su esencia.
José Rojo