Tan sólo pasaban unos minutos de las 8 de la mañana cuando salía de mi casa en dirección a la estación dónde había quedado con un colega para ir a ver a Maiden... Sí, lo sé, que Maiden tocaba a las 10 de la noche, pero queríamos estar pronto para estar en las primeras filas recibiendo a la bestia. Cuando llegamos al recinto, cerca de las 10'30 había unas 15 personas ya esperando (¡un grupo hasta habían dormido allí!). Nos sentamos ala sombra, hicimos amigos y fuimos viendo progresivamente como iba llegando cada vez más gente... Las horas se hicieron eternas hasta la hora en que se abrieron las puertas. Había dos puertas de acceso y la primera se abrió unos 3 o 4 minutos antes que la nuestra, así que llevabamos ahí 8 horas al sol haciendo el gilipollas, pues las primeras filas las cogieron otros que habían llegado hacía poco rato.

 

 

Sin entretenerme en los mamporrazos que les habría dado a los guardias de seguridad de la entrada empezaré hablando de los teloneros de Maiden en su gira europea, MURDERDOLLS. El guitarra de esta banda es a su vez batería de Slipknot. Empezaron con 10 minutos de retraso, lo que les hizo tener que acortar el show para que la doncella inglesa pudiese saltar al escenario a la hora anunciada, las 22.00h.

No fue una banda bien recibida, por distntos motivos... Para empezar pocos la conocían, además para qué negarlo, allí estábamos todos esperando a Maiden, cuanto antes recogieran Murderdolls antes veríamos a la bestia... Y para colmo no pudo ser más desacertada la elección de esta banda para telonear a la bestia; es como si los próximos teloneros de Marilyn Manson fueran Mägo de Oz... ambos grupos muevena mucha gente, pero no ala misma... Todos estos factores jugaban en contra de la banda, provocando que cada vez que estos paraban para introducir el siguiente tema se oyeran gritos aclamando a Maiden. A favor de esta banda debo decir que tienen un gran directo, saltando sin parar sobre el escenario en todo momento y corriendo y cruzándose de una punta a la otra.

Si hubiesen estado en su ambiente habrían triunfado, sin duda... pero estaban fuera de lugar.

 

 

Nada más salir Murderdolls del escenario la gente se puso histérica, eso que aún quedaban 20 minutos para la hora a la que debía empezar de nuevo el show, imaginaos cuando empezó.... Pasaban 3 minutos de las diez cuando saltaba la doncella de hierro sobre la tarima entonando "The number of the beast". Bruce apareció un poco más tarde que el resto, habiendo empezado ya a tocar. Apareció de un salto sobre la batería. Un 666 de luces se cernía tras la batería de Niko Mcbrain y se encendía cada vez que Bruce cantaba el estribillo de tan famosa cancnión de la banda. El público se había vuelto loco y en estos minutos lso empleados de seguridad había sacado almenos a 15 personas ya de las primeras filas.

Bruce anunció 'The trooper' y una tela cubrió el 666 que había tras la batería. A partir de ese momento aparecerían Eddies varios según la canción que sonara. Janick Gers giñaba el ojo y lanzaba besitos a la gente de las primeras filas. Llegó el turno de que los seguratas me sacaran a mi de entre la multitud mientras la doncella inglesa seguía dando caña a muerte.

Más de 11.000 gargantas aclamaban a la bestia mientras se sucedían temas como 22th Acacia Avenue, Die with your boots on, Two minutes to midnight, y un largo etcétera que alargaron durante 2 horas la actuación de la banda.

Bruce presentó ante el público uno de los temas de su nuevo disco, "Wildest dreams". El público lo acogió enseguida como si se tratara de un tema que llevaban oyendo desde los comienzos del grupo.

Dickinson también dio un dsicurso en un inglés muy fácilmente entendible (lo entendí hasta yo! tenía que ser realmente fácil!!) donde nos agradecía a todos estar allí y no dejarnos llevar por las modas, sinó tener una propia ideantidad musical. Y todo este rollo para introducir "The clansman", uno de los temas que más me gustaron en directo.

Los 6 miembros de la banda se movían sin parar y daban unos saltos increibles (bueno, Nicko no). Bruce corría de una punta a otra del escenario (que por cierto tenía planta baja y ático, jeje....) sin parar de cnatar y animar al público como sólo él es capaz de hacer.

Cuanto llegó el turno de "Heaven can wait" Bruce recibió en la segunda planta del escenario a unos 20 fans que salieron al escenario a cantar con ellos.... Bueno, cantar lo que se dice cantar, cantaron poco.... Subieron, dienron 4 saltos y bajaron de nuevo.

Otra canción para recordar en directo es sin duda "Fear of the dark". Unas luces blancas con matices azules iluminaban a esos 11mil pares de brazos todos arriba gritando al unísono 'Fear of the dark....' increíble este tema, mecheros en alto y brazos ondeando al ritmo de la voz de Dickinson... ¡Es algo que contaré a mis nietos el día que los tenga!

No faltó a la cita Eddie, que apreció sobre el escenario, dio una vuelta y se fue... debía estar cansado del viaje.

El bolo terminó con "Run to the hills", coreado por todos los presentes, muchos de lso cuales tristes por la llegada de este tema ya que conocían que era el que cerraría la noche.

 

Para destacar podemos hablar del masoquismo crónico de Bruce al que le encanta que le chillen... 'SCREAM FOR ME, BARCELONA' fue la frase más repetida de la noche, si no le gritamos 30 veces no lo hicimos ninguna... pero no importaba, cada vez que lo decía sonaba mejor y gritabas con más ganas (y menos voz!).

Destacables también los malabares con la guitarra que nos regaló Janick, alrededor del cuello, unos metros pa arriba, ahora para los lados, ... ¿Cuántas guitarras habrá roto antes de aprender a hacer esto? Muchas, desde luego, pero ahora lo hace con dos cojones, al igual que sus compañeros, demostrando que el Heavy Metal no tiene límites de edad.

 

Una noche increíble, un concierto bestial... vale la pena pagar lo que pidan por ver a La Bestia en directo.

 

^Miki^