
ESPECIAL IRON MAIDEN: UNA NUEVA ERA
Fecha Miércoles, 2 de Octubre del 2019 (16:34:44) Tema Novedades
Si hay algo en The X Factor, es riesgo, buenas canciones y dignidad. Un álbum esencial en el transcurso histórico y desarrollo de los Iron Maiden actuales...
La etapa comprendida entre 1993 y 1999, fue, en el seno de Iron Maiden, muy confusa para el público, pero no lo fue tanto para un Steve Harris que trataba de mantener el barco de la doncella a flote, y aunque lo hizo de una manera muy digna, sí que generó división de opiniones con sus lanzamientos discográficos. Por una parte, Bruce ya no forma parte del line-up tras la gira de Fear of the Dark, y Harris optó por Blaze Bayley, vocalista de Wolfsbane y un auténtico torrente en escena, aunque con un timbre de voz completamente diferente al de Bruce. Romper una lanza por Bayley era valiente por parte de Iron Maiden, y lanzar un disco como The X Factor, mucho más, teniendo en cuenta de que el auge de otros géneros musicales estaba en alza, y que cualquier cosa que oliese a heavy metal era motivo de hoguera.
Sir Harris (junto a Nigel Green) se encargó de los controles en esta ocasión, logrando un resultado, tanto en composición, como en sonido, mucho más oscuro, opaco y pausado de lo habitual, pues casi podríamos hablar del álbum como el embrión de la faceta progresiva que adquiriría la banda años después. Cortes densos como "The Sign of the Cross", o los singles "Man on the Edge" y "Lord of the Flies", son la muestra de que el material iba por otros derroteros para nada desechables. La voz de Blaze empasta muy bien con la propuesta, y los años han dado la razón al disco, pues ha pasado de generar una opinión generalizada muy dividida, a ser un trabajo apreciado por fans y especialistas musicales, aunque bien es cierto que las sucesivas escuchas son las que le hacen ganar muchos enteros, a un producto que, de no llevar la etiqueta Maiden, probablemente hubiese pasado desapercibido.
Cada vez que miro atrás y veo como, hace la friolera de casi 20 años, caía en mis manos el disco. Parecía que mis gustos iban contra viento y marea, casi opuestos a lo que decían las revistas de la época (y eso, que conocía todos los trabajos previos a la perfección), encontrando un lp elaborado y con cierta "magia", que a día de hoy todavía conserva. Ha envejecido muy bien, y casi podría decir que me parece más grandioso que algunos de los pasos dados junto a Bruce Dickinson, que, por otro lado, seguía esculpiendo su variante y genial carrera en solitario, haciendo sombra, quizás no intencionadamente, a unos Iron Maiden que en el The X Factour bajaron los aforos, tocando cada vez para un público más reducido, aunque sediento de Eddie, pues basta con ver algunos bootlegs de la gira para ver como se las gastaba un Bayley que defendía a las mil maravillas los temas del álbum, pero se tambaleaba en las interpretaciones de clásicos que anteriormente había cantado Dickinson, algo por otro lado, obvio, y que no resta puntos al fenomenal Blaze, al verse envuelto en temas fuera de su tesitura vocal, lo que fue un talón de Aquiles para el inglés en todo momento.
Sin entrar en detalles sobre las canciones, ese aire semi-conceptual del álbum (entiéndase como una descripción del estilo, no tanto de las letras del disco), engancha, y lo consiguedesde la curiosa portada y artwork, al ambiente general de unos temas que hablan por sí solos. Se sostienen con autonomía, sin necesidad de hacer un esfuerzo extra. Hay desarrollos interesantes como el de "Look For The Truth", momentos 100% Maiden como la zona central de "The Edge of Darkness", o sencillez de la mano de "The Aftermath". Variedad, atmósfera, y sobre todo, una demostración absoluta de que había vida más allá de Bruce...aunque doliese pensarlo, y más aún, reconocerlo. Pero las heridas se curan con el tiempo, y la mella que dejó la marcha del espadachín en aquella época, no hubiese tenido cura de no haber sido por The X Factor, y la difícil tarea de mantener el legado de una de las bandas más grandes de todos los tiempos.
Un cariño personal y mucha simpatía me despierta el trabajo del 95, que ahora se ve reeditado con un remaster en digipack, respetando el artwork original completo, y que no hace sino afianzar una producción tan desconcertante como interesante, y que rescata el que para mí, a día de hoy, es uno de los álbumes que jamás debería haber recibido "x" críticas, injustas e incluso crueles. Pues si hay algo en The X Factor, es riesgo, buenas canciones y dignidad. Un álbum esencial en el transcurso histórico y desarrollo de los Iron Maiden actuales.
Todos los álbumes están remasterizados a partir de las reediciones que se hicieron en 2015 de todos ellos para iTunes y su correspondiente edición en vinilo, siendo presentados en esta lujosa e imprescindible colección.

Os recordamos que ya comenzamos un especial analizando todas las reediciones editadas hasta la fecha, que continuaremos con esta tercera tanda y hasta el final de la colección.
José Rojo
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