PRAYING MANTIS - SALA ROCKVILLE (MADRID 25/5/22)
No me canso de decirlo...¡hay hambre de rock en directo!. Y si antes la gente dejaba pasar la oportunidad de según que bandas “por pereza”, ahora no creo que sea la mejor opción después de dos años privados de algo, que, para los que amamos la música, es tan vital como respirar, como son los conciertos. Y mucho se habla de los festivales, aunque cada vez escucho a más gente decir aquello de “prefiero salas pequeñas”. En lo que a servidor respecta, cada vez más...
Tocaba ver a unos clásicos, que si bien muchos despistados solo conocen por aparecer en el árbol genealógico de Iron Maiden, tienen un bagaje, discografía e historia envidiable y meritoria a partes iguales. Praying Mantis es motivo más que suficiente para viajar, marcar en el calendario y ser prioridad absoluta en tu agenda. Los ingleses no encabezan carteles, y dudo que las nuevas generaciones traten de hacerse con todos sus álbumes, pero los que estábamos allí presentes, que llenaríamos media sala a lo sumo, sabíamos que el lujo de verles en un escenario pequeño en la capital, quizás no sería una oportunidad única, pero si obligatoria, casi ceremonial.
Los vascos Óxido fueron los afortunados de acompañar a la “mantis” en sus conciertos en el Iberian Katharsis Tour, y lo hicieron con un heavy metal clásico, a más no poder, plagado de riffs que te recordarán a los clásicos del panorama, doblando guitarras muy compenetradas, disfrutando de un buen sonido y demostrando que la veteranía sobre las tablas logran ese efecto nostálgico entre el público, que sin conocer en su gran mayoría los tres discos publicados previamente, asintiesen con la cabeza, a pesar de que, como ocurre en bandas como Tierra Santa, el show se centre mucho más en lo musical que en crear algo visual. Estéticamente tampoco buscan sorprender, por poner un “pero”. Todos los miembros se mantienen bastante estáticos en escena a favor de un resultado excelente en la interpretación (sin haber hecho prueba de sonido al llegar a la sala con la hora “pegada”, por cierto).
Venían a presentar su tercer álbum Soy la Tormenta, y en lo personal, creo que el concierto fue de más a menos, ya que el factor sorpresa se hizo dueño de las expectativas cuando vimos a un vocalista sensacional como es Iñigo, realizar un esfuerzo vocal que en ocasiones me traía a la mente a otros sobresalientes del panorama como José Cano, con un timbre más lineal, pero francamente perfecto para la propuesta que nos traen los de Pamplona. Temas como ”Soñarás”, ”Caen los Cuervos” o una de las que más disfrute por su sensacional estribillo, ”Solamente Fuego”, no descubren nada nuevo (ni falta que hace, con los grandes estribillos, riffs y calidad musical que son capaces de derrochar), pero agradan, especialmente si eres de aquellos que todavía añoras el panorama nacional de los años 80. Una propuesta tan auténtica como deslucida por la falta de unos ingredientes muy fáciles de echar al caldo, y que, no me cabe duda, de hacerlo, darán que hablar, porque los temas tienen su miga. Veremos que les depara el futuro, pero yo al menos, seguiré su carrera de cerca.
Tocaba vestirse de gala para recibir a una de las formaciones inglesas más interesantes de la NWOBHM, como son Praying Mantis, que no solo han sido obviados de muchas listas a lo largo de los años, sino que además, como fenómeno inexplicable, nos encontramos con una discografía intachable y una trayectoria llena de buenos momentos para cualquier amante de nuestra música. Como aliciente, la banda venía a presentarnos su cita discográfica actual con un gran álbum como Katharsis, lanzado este mismo año a través de Frontiers, y que ha supuesto otro hito en su amplia historia. En lo personal me ha encantado, pero no más que sus anteriores Gravity o Legacy, mostrando claros signos de un final de trayectoria de lo más digno, dada la edad de la formación. Por ese, y muchos otros motivos, ahí andábamos, emocionados de poder disfrutar de la música en directo de la banda de los hermanos Troy.
Uno de los atractivos del line-up actual es su vocalista John Cuijpers, aunque todo hay que decirlo...el grueso del show se lo lleva un Tino Troy simpático a más no poder. Tan llano como grande, el guitarrista, desde que salió en chanclas a poner algún cable, se mostró cercano, feliz y agradecido de estar en la capital y, sobre todo, de seguir haciendo lo que más le gusta y lo que mejor sabe...¡cómo disfrutó del show, y cómo nos hizo disfrutar!. Andy Burgess, además, fue el complemento perfecto al enorme sonido que acompañó a Praying Mantis desde el propio tema homónimo, que fue el inicio de una lección de como sonar perfecto en el 2022. Por supuesto, la base rítmica conformada por Chris y Hans es de esas que son valor seguro...¡ni un golpe mal dado!. ”Panic in the Streets” demostró que la gente espera material de su obra magna, Time Tells no Lies, en la que empezamos a observar como el show crecía a pasos de gigante, y los coros que se marcaban los ingleses, eran estratosféricos...de otro mundo. A mi entender, uno de los mayores atractivos del show.
Volvimos al presente con un ”Highway”, que fue la única representación de su enorme Sanctuary de 2009, mientras que la siguiente, siendo un tema actual, me pareció uno de los momentos más especiales de la noche. ”Keep it Alive” es un tema aspirante a clásico, y afirmo que, probablemente, y conociendo toda su discografía, está entre los 5 mejores temas de la historia de la banda y ¡cómo sonó!. De nuevo los coros generaron una atmósfera mágica que nos envolvió a todos, con un estribillo extraordinario que coreamos todos al unísono. Y aquí debo hacer una mención a Cuijpers, quien de veras, considero uno de los vocalistas más sólidos y seguros de cuantos he visto sobre las tablas en los últimos años. De diez.
Mucho tardaron en presentar su fantástico nuevo álbum, Katharsis, con su tema inicial ”Cry of the Nations”, saltando en sentido contrario con su ”Dream On” del 93. Una belleza sonora hecha canción en la que John nos erizó la piel, y nos hizo flotar con el estremecedor estribillo, segundas voces y el increíble sonido semi-acústico de gran parte del tema. Exquisitez que continuó con ”Time Slipping Away “ del genial Predators in Disguise de 1991. Tino echando humo, disfrutando como un poseso, y el resto de la banda, compactada al 100%. Las guitarras dobladas sonaban a auténtica gloria, y el clímax del concierto era inmejorable, sin bajar la intensidad en ”Turn the Tables” o la conocida ”Captured City”...clásico indiscutible de la oleada, incluido además en el recopilatorio de recopilatorios, Metal For Muthas. Éxtasis total.
Volvieron al 93 con ”Letting Go”, para despedir su espectáculo con el impresionante cover de Lynyrd Skynyrd, ”Simple Man”, con una sublime y magnífica voz de John, y el clásico indiscutible de su historia, ”Children of the Earth” de su debut. Un tema inmortal, cuyo estribillo será de lo mejor que se compuso en los primeros años 80, y que a día de hoy sigue pareciéndome tan indispensable como adictivo, por muchas veces que lo escuche...y en directo sube unos cuantos peldaños más. Te transporta. Fue el perfecto carpetazo a un festín que pocas bandas podrían presumir, con un único “pero”, y es el de casi “olvidarse” de sus cuatro o cinco últimos discazos de estudio, de los que cayeron pocos temas, y aunque el cover que descargaron fue un momento álgido, su lugar en el set bien podrían haberlo utilizado para presentar algún tema más de Katharsis, pues creo que Praying Mantis tienen repertorio para llenar cuatro horas de set, si quisiesen, sin que hubiese un solo bostezo.
No obstante, sin reproche posible y dando nota máxima a lo que hicieron en Rockville, volvieron a ganar el corazón de quien escribe, con un espectáculo sonoro al alcance de muy pocos elegidos.
Tino, Chris, John, Andy y Hans...inmejorables. Os esperamos pronto...cuanto antes, mejor.
José Rojo
[ Volver Atrás ]
Crónicas Copyright © por WWW.METALZONE.BIZ - (195 Lecturas) |