Segundo día, y segundo asalto a un festival que como comentamos en la primera parte de la crónica, no fue todo lo visitado que la organización y asistentes hubiesen deseado. Esta segunda jornada del festival, nos iba a dejar muchas y buenas actuaciones, las cuáles aquí comenzamos a relatar.

Ya desde el anterior día de festival pudimos intuir la mala comunicación que íbamos a tener con el Coliseo, con lo que evidentemente, los malos resultados al respecto no se hicieron esperar, y “gracias” a los autobuses que pasaban cuando les venía en gana (a parte de caros, el servicio era mínimo), nos perdimos casi al completo una de las actuaciones que más ansiaba ver el Sábado, es decir, la de los thrashers albaceteños, Angelus Apartida (además de Tribal), de los cuales tan solo pudimos disfrutar de los dos últimos temas. Increíblemente, con tan solo dos temas pudimos observar como una de las promesas nacionales, se convertía en todo un monstruo de hacer thrash metal, un sonido potente, una buenísima puesta en escena, y lo más importante, una actitud y ganas envidiables…algo que no es de extrañar con Give em’war en la calle, una de las mejores obras que podemos escuchar en nuestro idioma.



Lo dicho. Sólo pudimos presenciar, Versus the World, la cual sonó a las mil maravillas y levantó el polvo de la plaza, y Thrash Attack para despedirse de un público de nuevo escaso pero entregado.



Orgullosos estamos de teneros en nuestras tierras, Angelus Apartida.











Para nada, y digo, para nada, me esperaba que una de las actuaciones más potentes, divertidas y entretenidas viniese de la mano de los folkis-viking Korpiklaani, no por desconfiar de una calidad que está más que demostrada, sino porque ya sabemos que en un festival plagado de “viejas glorias”, una banda así puede salir muy “rana” en cuanto a respuesta de público. Pero Korpiklaani movieron a sus seguidores y a todos los que andaban parados sin saber que hacer a esas alturas de festival. Con sus ya típicos atuendos repletos de pieles, su curioso micro-ciervo y una simpatía que se dirigía a todos los asistentes por soleares, la banda se decantó por utilizar artillería que de sobra sabían no iba a fallar.



La formación, gozó de uno de los mejores sonidos del festival con diferencia, y sin duda, fue la actuación que más sorpresas dio de todo el cartel…grupo revelación?. Para nada…Korpiklaani son una banda más que consolidadas como ya demostraron con clásicos como Wooden Pints de sus inicios, con la cual la gente comenzó a saltar como si de una fiesta vikinga se tratase, Korpiklaani, tema que todos los asistentes tararearon a ritmo de una banda supercomunicativa, de su Tales Along The Road, y así, hicieron un grandes éxitos de su corta pero intensa trayectoria con temas fiesta como Cottages and Saunas…incluso tuvimos la ocasión de verles “hacer el indio”, y dar rienda a lo que ha sido su nuevo trabajo, con representación de un tema llamado Paljon on Koskessa Kiviä, sin bajar la intensidad de la actuación en ningún momento, pues los buenos temas, buenos temas son…y si son divertidos, mejor.




En definitiva, gran sorpresa, mejor concierto y brillante fiesta la que nos pasamos…unos Korpiklaani que de seguir su camino, darán mucho más que hablar en un futuro. Gran detalle el de la banda de posar amablemente para que la prensa hiciésemos fotos vistosas, y por venir a un festival, tocar a una hora temprana, y darlo todo sobre el escenario…si, es su deber, pero no todas las bandas lo hacen, y eso lo sabemos todos.



Un diez por Korpiklaani.
















Ahora le tocaba el turno a una de las bandas más esperadas por servidor del festival, y no es otra que Grave Digger, banda que aún repitiendo fórmula una y otra vez, siempre convencen, y siempre nos hacen disfrutar con su metal alemán potente, rápido y machacón. Aquellos que grabasen Witch Hunter o Heavy Metal Breakdown, estaban en Atarfe para darlo todo, aunque en esta ocasión el sonido no acompañase demasiado, y esto hiciese que la actuación pasase de un notable a un simple bien alto.



Primeramente, la banda ha incluido a un nuevo guitarrista ya conocido de la escena Thilo Hermann (ex – Running Wild), que ofrece una mayor variedad y fidelidad al sonido de la banda, aunque quizá en algunos pasajes tanto “raca-raca” aturdiese un poco a los bafles. En fin…nada que echar en cara cuando tenemos a un Manni Schmidt dándolo todo sobre el escenario, y a un Chris Botendahl comunicativo y con una sonrisa imborrable que siempre borda los tonos y rasgados de su voz sobre el escenario, pues como era de esperar, la banda centró el show en clásicos de su trayectoria, que resultan inquebrantables y efectivos al 100% a pesar de la saturación sonora.




Poses, actitud, y unos temas que nunca fallan…eso pudimos ver en el concierto que ofrecieron Grave Digger esta mañana. La banda comenzó su espectáculo con la genial Liberty Or Death de su último lp, haciendo honor a la portada que se podría ver tras ellos a tamaño considerable. Un tema que algunos corearon, pero que, a pesar de su calidad, muchos desconocían, pero que aun así, sirvió perfectamente para dar comienzo a la fiesta. Pero la banda sabe los derroteros por los que la gente quiere que tiren..enseguida comenzó a sonar su Knight Of The Cross, con un estribillo demoledor, un Chris que de veras parecía un templario, y un público, que aunque escaso para ser Grave Digger, disfrutó de lo lindo de este tema en adelante. Después sonó The Grave Dancer, otro tema para recordar que levantó muchos puños en alto, pero Excalibur puso la puntilla para que, lo que era un simple concierto de heavy metal con una banda de lujo, se convirtiese en una verdadera fiesta para los que allí estábamos, y es que este tema nunca falla, mucho menos ante un público que olía a clásico.



Volvimos a la “normalidad” con Silent Revolution, otro himno de la banda, perteneciente a su último gran lp, siendo en The Last Supper donde el público se notó más frío y es que recordemos que el disco de nombre homónimo, no hizo demasiada gracia a los seguidores más fieles…para gustos…el tema merece la pena, pero está claro que los devotos mandan.




La corrección vino de la mano de la enorme Morgana Le Fay, seguida de algunos bises dinamita para terminar como son el himno de Tunes Of War, Scotland United, The Grave Digger, la cual sonó como un rugido, Rebellion en la que el público se dejó los pulmones, dando los últimos pasos del show a través de Heavy Metal Breakdown, temazo que nunca falla y que ha servido de insignia a la banda desde su lanzamiento durante los añorados años 80.



Un buen concierto si…el peor sonido del festival?. Tampoco, pero nada, nada, acertado. Aún así, un sobresaliente en cuanto a puesta en escena y un “saber meterse al público en el bolsillo”. Grandes Digger.













Una de las grandes apuestas del festival, si no la que más junto a Ratt, era sin duda la mítica banda speed-thraher recién “reunida”, Exciter, un peso pesado que si bien se ha mantenido en el underground prácticamente desde la edición de su primer lp Heavy Metal Maniac, tiene un directo que mueve masas, como pudimos ver en Atarfe la tarde del sábado. Un sonido de nuevo bastante difuso pero una banda mortalmente potente, como pudimos observar en unas primeras filas que inicialmente se mostraron frías, pero que con el paso de los minutos fueron calentando hasta convertir el concierto de Exciter en una verdadera fiesta de speed metal, cargada de verdaderos himnos de la mano de un vocalista, Kenny Winter, que convierte el escenario en un colosal templo de gritos metálicos que se te meten en la sesera hasta decir basta.



Cierto es que un show más largo de Exciter hubiese resultado un poco cansino, pero en dosis justas resulta perfecto para cruzar un meridiano de día dejando el listón alto, y calentando al personal sobremanera. La cosa empezó con I am a beast, con un sonido muy, pero que muy saturado y lleno de impurezas, pero con un John Ricci que no paraba de moverse de un lado a otro del escenario haciendo muecas y poses ultra metálicas.




Fué en The dark command cuando la cosa se calentó definitivamente para presentarnos todos los clásicos más famosos de la banda de un modo soberbio, con un Kenny de voz arrolladora como pudimos observar en temas como Thrash speed burn, una de las más potentes del concierto, perteneciente a su último lp de nombre homónimo…tras ello no dejaron caer grandes dosis de clásicos de su álbumes clásicos como Violator de su más “reciente” Blood Of Tyrants, In Mortal Fear de su nuevo disco, el cual parece tenían idea de promocionar bastante en este show. Sonó Rising Of The Dead, uno de sus inamovibles en directo, desde que apareciese su primer album de 1983.



Massacre Mountain de su nuevo trabajo sonó potentísimo, pero no fue hasta Violence & Force cuando las primeras filas se volvieron realmente locas, levantando todo el polvo posible de la plaza de Atarfe. La banda se reservó para el final 4 trallazos como son Hangman, la speedera Rain Of Terror de su Kill after kill, su himno más sagrado Heavy metal maniac y para finalizar el tiroteo, Long live the loud, otro trallazo que enloqueció al personal.



De nuevo mal sonido, de nuevo un eco ensordecedor…pero una buena banda, es una buena banda, y Exciter, demostró serlo con creces. Nada de virtuosismo…tan solo heavy metal, ¿alguien da mas?.














Los mejores, así de sencillo. Me atrevo a hablar después de su actuación como una de las mejores bandas hard rock de la actualidad, sobre todo por su puesta en escena…empezando por su enorme vocalista Mark Slaughter, y terminando por su bajista Dana Strum el cual es un verdadero espectáculo en escena, sin duda uno de los mejores que pasaron por Granada durante las dos noches de festival.



Auténticos petardazos como The Wild Life fueron una auténtica fiesta de la que nadie, y digo nadie, se pudo resistir. Take Me Away no hacía más que corroborar que Slaughter deberían estar en la primera linea, junto con clásicos de la banda como Mad About You o Burnin’ Bridges, pero aún quedaba lo mejor del concierto por venir, ya que Marc, en un ataque de buen rollo, bajó entre la muchedumbre para cantar Eye to eye, temazo que enlazaron ya en el escenario con el clasicazo Heaven & Hell de Black Sabbath, el cual fue coreado hasta por el último “mono” del festival.




Con una banda “en pleno subidón”, en especial su bajista y vocalista, descargaron su artillería pesada con Livin’ Inside, y la bonita Real Love, que dejó paso a los finales Fly To The Angels, Up All Night y Unknown Destination, viendo como miembros de Symphony X, Exciter y Danger, Danger salían a escena con la banda para deleitarnos con un final especial para todos.



No me queda otra que quitarme el sombrero ante Slaughter. Pedazo de banda, pedazo de músicos, y mejor concierto de la noche.












He de reconocer, que después del subidón sonoro que supuso la actuación de Slaughter, los oscuros reyes del doom (aunque en algunos puntos de su discografía no los definiría como tal) My Dying Bride deberían currarse mucho su actuación para que se conformasen todos los que habíamos disfrutado como enanos con la anterior formación…pero nada más lejos de la realidad, Aaron, tuvo una de las mejores voces y sonido de la noche, disfrutando de su momento de gloria tras la actuación, pues fue una de las pocas bandas que realmente hicieron todo lo posible por sacar el mayor rendimiento a su show. Buena estética encasillada en lo más oscuro, una bajista que parecía extasiada, y una voz que se pudo escuchar perfectamente casi desde cualquier punto de la plaza.




El set list de la banda, aunque corto, resultó intenso, repasando su discografía de modo brillante…lástima que el tiempo no diese para más, pero aún así disfrutamos de perfectas interpretaciones de Catherine Blake de su flamante Songs Of Darkness de hace ya casi media década (como pasa el tiempo…), And I Walk With Them haciendo alusión a su última obra de estudio, Thy Raven Wings la cual pareció convencer bastante sobre todo a las primeras filas que realmente se podía observar desde el foso, que estaban flipando en colores con la banda, Cry Of Minkind, tema que desde 1995 se convirtió en una de las favoritas de los seguidores de la banda, para terminar, She Is The Dark, The Dreadfuls Hours, y su inamovible The Forever People, pieza clásica de su primer lp, totalmente obligada en todos sus shows.


Pefecta actuación, que con un público deseoso de Symphony X.



Un notable alto para My Dying Bride.













Nunca, y digo NUNCA, pensé que las dos veces que vería en menos de 6 meses a Symphony X, no iba a hablar auténticas maravillas de ellos. Unos músicos como la copa de un pino, discazos a tutiplén, y una fama que cada vez crece con más fuerza avalan a los americanos, pero señores, seamos realistas y no es culpa de una banda que borda los temas a la perfección, pero el show que vimos en Atarfe, no creo que estuviese cercano a las expectativas de los que realmente esperábamos la actuación como una de las mejores del festival.



Juego de luces pobrísimo, poco tiempo, un público que fue enfriándose por segundos, y un Rusell Allen que dio todo de si al 100%, pero que no logró salvar un show que sonó horriblemente mal…de los que peor del festival me atrevería a decir y no me equivoco, os lo aseguro. Rusell literalmente, se desvivió por contentar a un público ya descontento desde el inicio del show, que tras la intro de su último lp, no quedó otra que decir “dios mio!!! Que horror de sonido!!!”…eso si, Allen siempre tan profesional, bromeando, dirigiéndose al público en español, e incluso haciendo un show “taurino” que nos hizo reir a todo un buen rato. Y no digamos, la gran cantidad de botellas de agua que el señor pudo tirar para un público cansado y sin dinero, algo que se agradece en todo momento de un festival, más cuando estamos en la recta final de un segundo día agotador.




¿El setlist?, pues el mismo que llevan interpretando desde su venida con Dream Theater, ni mas, ni menos…no hay más que leer cualquier crónica en MZ para ojearte lo que descargaron esta noche. Un detalle un tanto erróneo por parte de la banda, más sabiendo la gran cantidad de shows que están realizando en nuestro país últimamente. La gente se cansa de ver siempre lo mismo, no me cansaré nunca de repetirlo.



Romeo espectacular como siempre, eclipsado por un barullo que no se corregía “ni a la de tres”…increíble. El resto de la banda??? En un segundo plano sonoro que no dejó apreciar ni un solo matiz de calidad, aunque viniendo de la banda que viene, todo sabemos que si que los hubo, de eso no cabe duda.












Llegó el momento!!!. Por fín, tras más de 30 años de carrera, podríamos ver a Ratt en nuestro país, banda que junto a Cinderella o Poison, pueden ser uno de los sueños de los hard rockers españoles…poder verlos sobre un escenario nacional parecía algo imposible, pero ahí estaban, en el cartel, y como pocas veces ocurre, no se cayeron del este ni hubo incidentes de ningún tipo. ¿Afluencia de público?. Mucha menos de la esperada sin que quepa la menor duda, aunque cierto es que, quien quería ver a la banda de Pearcy, estaba emocionadísimo momentos antes del show, servidor el primero que sentía ese cosquilleo de ver a un titán del hard mundial.



Bien, primera sorpresa…la banda no ha traído ningún tipo de telón, con lo que la cosa no comienza con todo el buen pie que se esperaba o se deseaba. Llega la hora de la verdad y las ratas salen a escena, y segunda sorpresa…la estética tampoco es la esperada, ya que el único que “daba el cante” era un desmejoradísimo Pearcy, que aún así guarda ese aura ochentero que pocos hoy en día conservan. En fin…la banda???, pues con Warrene Martín y nada más y nada menos que John Corabi, el ex – Crüe, en las filas de la banda, toda una sorpresa para todos los que allí estábamos.





La labor de todos los músicos fue estupenda, eso si…menos la de Stephen, que a pesar de rockear, posar y hacer muecas ochenteras, la voz una de dos, o le jugó una mala pasada, o es que ha llegado a su fin como chorro. El caso es que fue, sencillamente correcto…no llegó al notable, pero si que nos divirtió con un sonido bastante decente, y ningún indicio de espectáculo adicional, algo que no me canso de repetir.



El setlist, eso si, fue espectacular, centrándose en su etapa más exitosa iniciada sobre todo por Out Of The Cellar. El show comenzó con You’ve got it, tema que se convirtió en clásico de la banda desde que se editase aquel ya muy lejano primer mini lp, con lo que el público debería estar nervioso…fallo!!!. Increíblemente la gente no se movió lo suficiente, es más, diría que el 50% de la plaza no conocía los temas con los que la banda comenzó como los clasicazos Walkin' the dog, You think you're though, Slip of the lip y uno de los clásicos de clásicos como Wanted Man, seguida de Back For More y la fiestera I’m Insane, en la que realmente si que se notó cierto movimiento. Como no podía ser de otro modo, cayeron las inamovibles Way Cool Jr, Living Yourself Away, Lay Down en la que la gente si que calentó motores a ritmo de rock.




You are in love puso la voz de Pearcy un escalón mas alto de lo que el nivel del concierto estaba dejando ver, y de cara al final sonaron los himnos de la banda como Tell The World, una de las favoritas de servidor desde que escucha a la macarra banda…sonó Body Talk y nos anunció un final que vino marcado por el single Round and round, Loving you's a dirty job y Shame, shame, shame.



Buen concierto que no nos dio lo que esperábamos, pero que sirvió para quitarse ese “algo” que se te genera si no has visto a una banda como Ratt.














Finalmente, por lo que pudimos observar en los huecos libres que iban quedando al final del festival (aquellos en los que no estábamos buscando un transporte fiable, ya que los buses iban y venían cuando les daba la gana), pudimos ver un show de Whitin Tepmtation soberbio, con un montaje escénico y de luces, realmente de lo mejor del festival sin duda alguna, por no decir el mejor, así como el sonido de la banda, que generalmente, y por lo que pudimos escuchar, fué bastante cristalino, con una gran aportación de la sección rítmica, llena de contundencia y calidad, así como una Sharon Den Andel, que con su clásico vestido blanco hizo delicias con su preciosa voz.





Lástima no prestar más atención a dicha actuación y a sus temas, pues hubiese sido uno de los momentos más chick de la noche sin duda alguna, de no ser porque algunos teníamos que volver al hotel para regresar al día siguiente a nuestras correspondientes comunidades sanos y salvos.



Desde metalzone queremos pedir disculpas a los lectores por la falta de crónica de Belphegor, y tan sólo poder ofrecer un breve resúmen de lo sucedido en Whitin Temptation, pero es algo inevitable y de fuerza mayor, siendo algo contra lo que deberíamos luchar los asiduos a festivales de nuestro país...la mala e insuficiente comunicación con alrededores.



Así concluye un festival agridulce por un lado, divertido por otro...pero en definitiva, toda una fiesta de heavy metal que nos alegró un par de días en nuestras ajetreadas vidas.

TEXTO Y FOTOS: José R. Rojo
Metalzone 2008

MAS FOTOS:

Texto y Fotos: José R. Rojo
METALZONE 2008

Crónicas

Copyright © por WWW.METALZONE.BIZ - (1319 Lecturas)