Viernes 30 de Julio, primer día del festival con un número de asistentes mucho menor que el sábado y con un cartel 90% nacional, a excepción de los italianos Vision Divine, los cuales fueron los encargados de cerrar el primer día de Metal- Lorca.



Si de recinto hablamos, poco podemos explicaros, ya que todos conocíamos la antigua sede del Lorca Rock, que es donde se celebraba esta primera edición. Si de balance de asistencia hablamos, podemos dar el aprobado, y es que tratándose de un festival nuevo, y con un cartel humilde, la asistencia fue la esperada, ni más ni menos, lo que fue todo un éxito para la organización, a la cuál queremos agradecer el trato ofrecido y su disposición en todo momento.



Según datos oficiales ofrecidos por los organizadores, fueron 1500 personas las que se acercaron hasta Lorca para seguir esta primera edición del festival.






Entrando en lo meramente musical, los encargados en abrir el festival fueron la joven banda local Infinite Darkness, los cuales descargaron toda su energía sobre las tablas realizando un show muy destacable en el que congregaron unas 100 personas. Posiblemente el poco movimiento del público deslució la actuación pero el sol incipiente de las 4 de la tarde, que no permitía mucho más.














Su Black/Death Metal, con composiciones muy interesantes, dieron el pistoletazo de salida con sonido correcto y buena puesta en escena










Seguido llegaron Alaja, un grupo de metal procedentes de Almería. Con un sonido un poco sucio pero en el que sorprendieron gratamente. A medida que se acomodaban al escenario y el público (tímidamente) reaccionaba subieron la calidad de la actuación y la respuesta de los asistentes. Descargaron temas de su nueva obra, y dejaron un buen sabor de boca.

















Tras unos minutos en el que el escenario tomaba forma de campo de batalla, llegaron Mortis Cruentus, un grupo de Alicante de Black Metal. La característica más destacable de la banda fue el show que montaron, escenificando escenas bélicas de una manera teatral.













Seguramente a más de uno (yo incluida), le sorprendió la escena que en el escenario se estaba desarrollando, pero me pareció una manera inmejorable de que un grupo se quede en la memoria.
















Musicalmente hablando, Mortis Cruentus hacen un Black Metal muy duro en el que indudablemente destacan los increíbles guturales de Sinergia, su cantante. La cita del metal-Lorca además supuso para los alicantinos una oportunidad de lujo para dar a conocer su nuevo CD “Agonía as Doom”.









Los gaditanos Atalaya fueron los siguientes en subirse al escenario, y realizaron un show muy correcto y con mucha calidad sonora.













Atalaya tienen un heavy metal clásico con tintes de power metal, que nos dejaron a más de uno con la boca abierta con una increíble intro, la cual dio paso a un show más que notable pero que de nuevo desmerecido un poco por la poca asistencia del público.


















Tras el respiro melódico de Atalaya, llego un grupo más que revolucionario Exquisite Pus, que serán los compañeros de Obituary en la gira que ofrecerán en septiembre por nuestro país. Los murcianos hicieron un show de aplomo en el que el movimiento del público era constante, al igual que la energía que la banda desprendía.













Al igual que Mortis Cruentus, aprovecharon la ocasión para presentar al publico lorquiano su nuevo disco, ‘’Dead (forgotten)’’. Con un sonido ejemplar realizaron una actuación en el que deslumbró el sonido del bajo y el doble bombo de Pedro, el batería.

















The 4 sakes, son un grupo joven (desde 2009) originarios también de Lorca, de hecho dos de sus componentes eran miembros de la organización del propio festival.














Con un gran parecido a Metallica, pusieron una nota más rock al festival. Buen sonido y buenos temas, que daban un cambio radical al sonido escuchado hasta el momento de una manera más que correcta.





















Tras la caída del sol, y con una temperatura mucho más soportable, aparecieron en el escenario los triunfadores (a mi parecer) de la noche, los fabulosos Vita Inmana.



Desde Madrid y con una fuerza sin parangón, nos demostraron a los allí presentes que lo que corre por sus venas es pura música hecha con dos cojones y sin ningún tipo de complejos. Vita Imana en directo es un claro ejemplo de que nuestra música es de una calidad suprema y que tenemos que ir dejando en el camino esos antiguos complejos que nos separaban de Europa.













La originalidad de su música les deja fuera de cualquier cliché que pueda incluirlos en un estilo concreto, y eso es lo que vinieron a demostrar en el Metal-Lorca.



Además esta fecha fue la última que realizaron en España antes de su gran triunfo en el festival alemán Wacken, en el cual han quedado en segunda posición. Tuvieron la oportunidad de presentar su álbum ‘En otro lugar’ mezclado este mismo año por sadman studios y Finnvox studios.













Musicalmente el show fue un cañonazo y eso quedo reflejado en el disfrute del público. El cual estuvo sin parar de moverse desde que los madrileños subieron a las tablas y que tuvieron un momento de auge cuando Javier, el cantante se lanzó al público.

En definitiva la mejor actuación de la jornada y una de las grandes del Metal-Lorca. Si tenéis la oportunidad de disfrutar de ellos, no os lo perdáis.







Tras la brutal descarga de Vita Imana, llegaron Dragonfly, un conocido grupo de power metal nacional que llegaban desde de Valencia. Un show que comenzó con fuegos artificiales y que recogió parte del último trabajo de la banda, Alma Irae y algunos de sus clásicos.













Además incluyeron dos versiones, como normalmente hacen, en esta ocasión los temas elegidos fueron ‘’Livin’ on a prayer’’ de Bon Jovi y “Over the Hills and far away ‘’ del maestro Gary Moore . Lo único que deslució la actuación fueron los fallos técnicos que tuvieron con la luz, pero Dragonfly supo salir del aprieto con simpatía y carisma. Especial merito tiene la intervención del cantante, Pablo Solano, el cual salió lesionado de un brazo al escenario.













Una actuación que demostró la calidad del grupo y en el que dieron la talla musicalmente son los solos impresionantes de guitarra de Alberto Alba.











Para acabar la noche los italianos Vision Divine se apoderaron del escenario. La calidad del sonido, y el carisma de Fabio Lione demostró el carácter de la banda. Y es que los italianos hacen un power metal de gran intensidad con un show propio de un gran grupo que posiblemente merecería un mayor aplomo en el panorama power europeo.













Del set list interpretado, personalmente me quedaría con ‘’Colours of my world’’, uno de sus clásicos, o “Angels of disguise” , uno de sus temas nuevos que brilló con luz propia.



Fabio fue la gran estrella del momento, el cual estuvo muy simpático con los admiradores que tuvieron la oportunidad de conocerle. Además acabando el show realizaron un par de versiones dignas de resaltar .El ‘’Touch of evil’’ de Judas Priest, y el genial ‘’Wasted Years’’ de Iron Maiden.




Texto: Almudena García

Fotos: Almudena García y Susana García

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