AMON AMARTH + HUNTRESS + SAVAGE MESSIAH - LA RIVIERA (8/2/2015)
Los domingos muchos los utilizan para descansar...y yo me pregunto, ¿cómo voy a estar tranquilo sabiendo que unos vikingos acechan la ciudad?. Venían amenazantes...agresivos, pero con ganas de hacernos disfrutar a tope con sus brutales ataques. Y no venían solos, sino con refuerzos. Venía el ejército de Savage Messiah, a los cuales no pude sentir por motivos obvios al aparcar mi carruaje. Por lo que sé, pelearon como auténticos héroes...pero, que diablos!...Amon Amarth traían consigo a Huntress, unos americanos que con el embarcadero repleto de fieles, realizaron una descarga soberbia de puro y rudo heavy metal. Jill Janus, su frontman endiablada, fué la encarga que, tras el bonito telón representativo de su último trabajo hasta la fecha (Starbound Beast), no nos faltasen ganas de headbangear con un estilo un tanto teatral, de sonido limpio, y que quizás demasiada gente ignoraba su propuesta, que cercana en puesta en escena a lo que tratan de darnos unos Hell, fueron todo un aperitivo apetecible a cualquier paladar bien metálico.
Obviamente aprovecharon ese potencial para desgranar cortes de sus dos álbumes hasta la fecha. Temas como Senocide o Destroy Your Life no son precisamente reprochables, con bases ultra-clásicas, pero con un componente de juventud que afianza a la banda como un futuro titán a tener en cuenta en materia añeja. Y quizás, el presentar nuevas composiciones, al público casi que le "resbaló", ya que lo curioso del show era ver como Jill juega como pez en el agua con su voz, y nos mira amenazante desde su privilegiada posición en la sala. Harsh Times On Planet Stoked o Flesh sonaron esta noche, ecortes que aparecerán en su siguiente álbum, el cual escucharé con atención en su momento tras la curiosa actuación.
Con curiosas traducciones de su guitarrista Blake hacia su público, y presentando también un corte que la banda, muy cumplidora por cierto, compuso junto al gran Lemmy, puedo decir que Huntress me llamaron mucho la atención por sus ganas, su agresividad, correctísimo sonido y sobretodo por los registros de Jill, quien parece no tener demasiados complejos vocales ni teatrales, ofreciendo un espectáculo que personalmente me tuvo entretenido y atento durante toda la actuación, algo que no logran todas las bandas acompañantes ni por asomo.
Claro...comenzaron a cambiar el atrezzo los sirivientes, y los telones relacionados con Deceiver Of The Gods comenzaron a adornar La Riviera tensando el ambiente. Tras un buen rato de espera ahí estaban, Johan Hegg y sus cornudos para defendernos a todos de los males externos. Father Of The Wolf comenzó y el emplazamiento se vino abajo con un corte impresionante, imponente, desgarrador...y es que jamás he visto corear temas de una banda de death metal así. Público entregadísimo que se olía lo que se venía encima, con un sonido demoledor y una banda precisa, arrasadora...quizás la batería de Fredrik Andersson más apagada en esta ocasión, pero con un sonido acorde sea como fuere, a lo que teníamos frente a nosotros. Y con Deceiver Of The Gods se confirmó lo que todos pensábamos. El espectáculo iba a ser antológico.
Los suecos basaron su set como si de un "grandes éxitos" se tratase, y empezaron a caer temas de todas y cada una de sus gloriosas épocas. Empezaron a pegar palos como Live for the Kill de su Twilight Of The Thunder God, Free Will Sacrifice, la épica y atronadora Asator, y todo comenzaba a ponerse muy, muy caliente. Las primeras filas no dejaban de hacer mosh. Incluso sangre en la cabeza de algún aprendiz de vikingo pude ver...sangre que no frenó las avalanchas en For Victory or Death, o la celebradísima As Loke Falls, un tema ya inamovible de su útlimo petardazo sonoro. Bleed for Ancient Gods rememoraba los primeros coletazos de la formación con The Avenger y que os puedo decir...siguen sonando como el primer día, sin perder un ápice de épica, fuerza y tesón. Johan es todo un comodín para la banda. Siempre que la cosa está en su punto álgido, nos dispara una sonrisa que nos muestra su lado más humano, y menos "bárbaro". Siguió el "best of" con Death in Fire, The Last Stand of Frej, Guardians of Asgaard (uno de los momentos más intensos de la noche en primera línea de batalla), Shape Shifter, Cry of the Black Birds o la coreable War of the Gods. Cambiaron de telón, se agravó la tormenta, se revolvieron las aguas, y los reyes se despidieron con Victorious March, la más accesible Twilight of the Thunder God y la definitiva y definitoria The Pursuit of Vikings, dejándonos a todos con la sensación de haber asistido en primera persona a un show cubierto de gloria, grandes melodías y muy buen death metal de primera clase.
Amon Amarth no son cualquier cosa...son AMON AMARTH, y así lo dejaron claro en un concierto sin fisuras ni grietas, sólido como una roca y dejando a los dioses nórdicos bien contentos...impresionante momentazo el que nos dieron los suecos, vaya.
