W.A.S.P. - LA RIVIERA (MADRID 23/10/2015)
Hay bandas que parece que tienen un piso en el centro de la capital...Doro, Saxon o W.A.S.P., por poner tres ejemplos claros. Todos ellos se tienen ganado al público español, pero en especial W.A.S.P., que estuvieron sin pisar España durante al menos 8 años hasta que presentaron The Neon God, han ido realizando giras anuales, en cuyos intinerarios no ha faltado nunca nuestro país, ofreciendo espectaculares conciertos y creando en el público nacional un ansia de los americanos, ya sea en los escenarios festivaleros o de nuestras salas. El caso es que, quien no los haya visto nunca, no puede poner la excusa de las oportunidades, y esta para muchos sería su segunda o tercera vez, pero para quienes llevamos siguiéndolos en los últimos años, la cita anual era obligada, e incluso por partida doble, ya que tuvimos a la banda en el Rockfest hace pocos meses. Algo que por cierto no fué impedimento para que La Riviera llegase a sus más de tres cuartos de aforo en asistencia.
Los chicos venían a presentar el espectacular Golgotha, y aunque no había la expectación escénica que si creó la gira "30 Years Of Thunder", donde prometieron un espectáculo especial que se quedó en algo vistoso, pero no espectacular, si que había ganas de su música gracias a que los nuevos temas inducen a ello...a ver como Blackie defiende su actualidad en Madrid sin desprestigiar la obra, como ya ha ocurrido en otras ocasiones. Por supuesto, no faltaron tres pantallas proyectando todo tipo de imágenes dependiendo de la canción intepretada, pero había muchas más ganas de senaciones musicales que de atrezo, y eso se notó en los comentarios de los asistentes, que exigían desde un primer momento un set renovado, que, entre comillas, lo hubo, aunque quizás para los más experimentados, no lo suficiente porque ¿se han parado a pensar lo atractivo que haría un show interpetando canciones de, por ejemplo, Still Not Black Enough. Todavía rezo porque algún día recuperen gemas que muchos ansiamos en vivo.
Primera duda resuelta...salen a escena a por todas con un "On Your Knees" incendiario, con los coros de su banda por bandera (sin entrar en el debate de si hay grabaciones disparadas o no, algo que casi todas las bandas usan en algún tramo de su espectáculo), y acompañado de las enormes luces del escenario y los brazos abiertos de Lawless, encontramos detrás de los parches al sustituto perfecto para Mike Dupke. El gigantesco Randy Black (titán que ha militado con Primal Fear o Annihilator entre otros) aporreaba la batería para nuestra tranquilidad, y el resto de la banda escupían las notas de tal temazo acompañados de un sonido más que notable, nítido y de gran calidad. Por su parte, Duda y Doug Blair en su línea, corriendo, moviéndose y macarreando como nadie. La voz de Blackie está en estado de gracia, y el público ya prevee un concierto memorable. Cuando dejamos el estacazo inicial y ya conocido por todos, y empalma con "Inside The Electric Circus" el éxtasis es doble...una lástima que no toquen el tema completo, incluso con la intro del álbum, y es que siempre quise poder ver ese comienzo, al menos una vez en la vida. Por supuesto, el frenetismo continúo con un "The Real Me" en el que Lawless rozó un buen nivel vocal, pero que personalmente veo muy trillada en los conciertos, pudiendo ser sustituída por ejemplo, por un "The Lost Child" o "Manheater" que creo darían más profundidad y caracter novedoso al show...pero como siempre digo, no llueve nunca a gusto de todos.
Tras un "L.O.V.E. Machine" de rigor, en el que se respiraba calidad por todos los rincones del escenario (cada vez veo más asentado y espectacular a Blair), llegó el momento de un "Last Runaway" acogido por el público como si de un clásico se tratase, lo cual dice mucho del futuro de un Golgotha que ya se ha convertido en uno de los grandes de la discografía de la banda. Y para mi sorpresa, no se olvidaron de sus 10 últimos años e intepretaron un "Crazy" de su anterior lp, que sirvió para que el propio Lawless, quien no paró durante todo el show de mostrarse feliz ante su audiencia, eso sí, sin moverse como antaño, pero conservando sus poses clásicas, se diese cuenta de que W.A.S.P. ya no tienen por qué vivir de rentas. Curioso video, por cierto el que se proyectó en las pantallas, en el que se homenajeó de un modo sublime a estrellas musicales fallecidas, incluyendo entre muchas gente como Michael Jackon o Amy Winnehouse. Es más, y volviendo al set, sinceramente creo que podría incluso confeccionar un buen show basado en sus tres últimas obras sin descontentar a cierto sector de fans y seguidores del rollo. No me gustó por supuesto que disparasen la apoteósica "The Titanic Overture", uno de los mejores pistoletazos de salida que he oído en mi vida, que esta noche me tendría que conformar con escuchar como en casa, sin la banda demostrándome su valía frente a mi. "Arena Of Pleasure" sin embargo sonó arrolladora, violenta y contando con una gran fidelidad con respecto a la original.
Para servidor, el mejor momento de toda la noche lo conformó el nuevo supertema "Miss You", primera pieza compuesta para The Crimson Idol, que finalmente ha sido incluída en su flamante nuevo trabajo. La intensidad de la canción sólo es equiparable a la de un ausente "The Idol", pero es impresionante como Lawless llora cada verso del tema acompañado de unos coros sobrecogedores y un Doug Blair cuyos solos de guitarra crean la sensación de escuchar la perfecta unión entre técnica, pasión y sensibilidad. Duda cada día canta mejor, y en este tema se dejó la piel para sacar adelante un momento magistral y emotivo como pocos. De nuevo para mi disgusto, suena "Thunderhead" de The Headless Children disparado, para empalmarlo con "Hellion", que inexplicablemente, volvieron a fundir con "Inside The Electric Circus" en vez de incluir el fragmento de "Scream Until You Like It", como ya han hecho en anteriores giras.
La épica, colosal y sentida "Golgotha" nos llevó a un final de show marcado por tres clásicos irresistibles. La agresiva "Chainsaw Charlie" (completa por cierto, con una formación dándolo todo, y en la que Randy Black se despachó a gusto, demostrando que la vieja escuela le viene como anillo al dedo), la inamovible "Wild Child" y "I Wanna Be Somebody" que volvió a poner las patas arriba de la sala, como lo lleva haciendo durante muchos años consecutivos. Para nuestra sorpresa, y sin "Blind In Texas", la banda se desipidió con un público más que satisfecho con la hora y media (quizás un poco más) de show que la banda descargó por todo lo alto, rozando un nivel envidiable, y dejando bien claro que tenemos W.A.S.P. para rato.
Tremebunda noche, llena de buenas sensaciones, una banda espectacular y un tornado de temazos que nos alegraron el fin de semana. Y que sea por muchos años más.
Crónica: José Rojo
Las fotografías, al no disponer de photopass, son del archivo de WWW.METALZONE.BIZ. Sentimos no poder proporcionar fotos actuales del evento.
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