La primera jornada del Download se preveía un éxito absoluto, y ya desde tempranas horas las colas para recoger las correspondientes pulseras de acceso eran literalmente kilométricas. Se podía ver ambiente de melena clásica, pero también una juventud ansiosa de ver a ídolos tanto de nueva hornada como de vieja escuela. Da gusto ver como el rock congrega generaciones, y en un supuesto de que llegue una hecatombe que intentase terminar con el, haya un buen ejército para combatirlo y sacarlo a flote de nuevo...pero ese ejército, como en toda buena peli de guerras, necesita un entrenamiento, y en este caso ese campo de pruebas se encontraba en el interior de una Caja Mágica inmensa que muchos todavía no habían experimentado. Con lo de inmensa, me refiero a que para ir del escenario principal al mercadillo metalero, a otro escenario, o al baño, podías tardar perfectamente 15 minutos, y pasar entre el gentío que en muchas ocasiones, como es lógico, circulaba en sentido contrario al tuyo, podía ser realmente agotador...y probablemente pueda asegurar que es uno de los festivales que más esfuerzo físico me han exigido, lo cual no es malo como experiencia masiva, pero que deja la puerta abierta a planetarme mis actividades dentro del recinto de otro modo para otras ocasiones. Por cierto, ¿a quien se le ocurrió construir tal recinto cerca de una depuradora o similar?. Resta glamour estar viendo a Slash acariciar sus cuerdas, y de repente comerte una bocanada de olor fétido que en muchas ocasiones se volvió insoportable, algo por lo que, imagino, Live Nation, ha decidido (entre otros motivos...sólo supongo), cambiar el emplazamiento para la próxima edición, lo que nos hace ver que la propia organización mira por quienes abarrotaron su festival, no dejando que detalles como este manchen el nombre de Download y su propia empresa.



Nada más entrar, dado el mal acceso para aparcar, tan sólo pudimos escuchar a unos Tesseract en plena forma, ofreciendo un conciertazo con un sol de justicia sobre sus cabezas. Su particular forma de ofrecer metal progresivo ha encandilado a muchos seguidores del género, y probablemente no sea su hábitat natural un escenario madrileño a las cinco de la tarde, pero sonaron impecables, con una calidad sonora abrumadora y una claridad asombrosa, tanto en temas de nueva hornada como "Luminary" o "Smile" (una de las que mas disfruté de su show), como en los más tempranos temas de los británicos "Distopya" o los tres actos que componen "Concealing Fate", que conformaron el mayor bloque de disfrute para sus seguidores más acérrimos, dando pistoletazo a un festival que prometía ser tan agotador como sustancioso musicalmente hablando. Y si hablamos precisamente de sustancia, Backyard Babies, que descargaban en el Stage 2, nos inyectaron una adrenalina en vena sobrepasando los 37 grados. Y aunque podríamos esperar que los suecos no dejasen un espectáculo como el que suelen hacer en sala (realmente espectaculares, siempre), nos deleitaron con todo un derroche de energía muy bien dosificada, y un setlist variado. Dregen comandando la nave, no dejó de moverse durante todo el show, y el resto de la manada, tan cumplidores como profesionales de su estilo, desgranaron un set compuesto por varios de sus clásicos, sin dejar de lado su último trabajo Four By Four. Aunque el inicio del show con “Made Me Madman” y “Dysfunctional Professional” de su álbum homónimo no sonaron del todo limpios, Nicke Borg, siempre acompañado de las voces del capitán, dejaron momentos emotivos como "Abandon" en una tarde en la que hubo cabida para todo. Temazos como "Brand New Hate" siguen siendo una sobredosis de buen rollo, o la más nueva "Thirteen or Nothing", con esa actitud punk/sleaze que les hizo famosos, y el público, aunque algo parado, agradeció ese feeling y buena comunicación que siempre han tenido Backyard Babies. Aunque todo sea dicho, quizás presentar un nuevo single en un festival a tan tempranas horas, no sea un acierto y "Shovin Rocks" pasó totalmente desapercibida para el público, que esperaba lo que vino después, es decir, un final de fiesta compuesto por la grandiosa "Nomadic" y la conocida por todos "Minus Celsius", y cuando habíamos calentado y estirado queriendo más clásicos de Backyard, se despedían para dejar paso a la siguiente actuación. Mucho sabor para poco tiempo.



Todos corrimos al Stage 1 a ver a Arch Enemy que sólo acompañaban su atrezzo con un telón relacionado con Will to Power, su último disco. Pero tampoco les hicieron mucha falta más adornos, disfrutando de uno de los mejores sonidos del primer día. Aunque a veces, según te alejabas del escenario, la batería tenía vaivenes, Michael Amott y los suyos supieron aprovechar el tiempo y ofrecieron un concierto a la altura de las circustancias. Una pegada bestial, una Alyssa comunicativa y perfecta de voz, y un setlist muy equilibrado es lo que encontramos en el concierto de Arch Enemy, una de las grandes atracciones del primer día del Download. Aunque hubo comentarios sobre un mal sonido, no estoy de acuerdo en absoluto, al menos desde el lateral izquierdo y posterior movimiento hacia atrás, temas como "The world is yours" y el hit "War Eternal" fueron apisonadoras y muy fieles a las versiones de estudio en todos sus elementos, viendo por cierto a un Jeff Loomis asentadísimo y muy centrado en su papel en el grupo. Fueron alternando temas ya clásicos y de War Eternal con lo más actual y nos topamos con una tanda compuesta por "My apocalypse", "The Race", y "You Will Know My Name" que movieron muchos cuellos en las primeras filas, al igual que uno de los momentos más intensos del show con "The Eagle Flies Alone", una de las favoritas de servidor que sonó espectacular, en especial las guitarras, que le dieron la dosis necesaria de melodía que necesitaba el tema. Momentazo inolvidable que fue antesala de "First Day in Hell" y los bombazos finales "As the Pages Burn", la deseada "We Will Rise", y para terminar, el himno "Nemesis" con toda el público gritando su estribillo y brazos en alto despidiendo un concierto más que correcto que, bien es cierto que hubiese ganado en un espacio más reducido, pero que contentó a los muchos fans que allí se agolparon de Arch Enemy, cumpliendo expectativas y demostrando el por qué de lo sonoro de su nombre.



Aunque pude escuchar minutos del concierto de una banda nacional como Aphonnic, que además me encanta y creo que tienen una buena proyección de cara a un futuro no muy lejano, al ser sólo una persona cubriendo el evento me decanté por ver a Kreator, una vez más. El nombre ya crea cierto respeto en servidor y sigo su carrera desde hace más de 20 años, con lo que os podréis imaginar que, como cualquiera que esté con las narices metido en el thrash desde hace décadas, he visto a la leyenda germana en varias ocasiones. Por supuesto esta no iba a ser una de esas veces en las que que decides perderte la guinda del pastel, y ahí estuvimos dando todo en Kreator, quienes ralentizando temas y con un sol abrasador, recrearon una hora de violencia sonora que en ésta ocasión se tornó un poco más light que en otras galas. Sonido eso sí, bestial, y con un Mille Petrozza muy activo y pidiendo al público que se apelotonara para los moshpits. "Phantom Antichrist" sonó menos violenta que en estudio, al igual que "Hail to the Hordes", aunque el hecho de que levantasen la zapatilla del acelerador, no quiere decir que el concierto fuese menos heavy. Los temas iban cayendo con gran aceptación y sonando pesadísimos (en el buen sentido), con lo que os podéis imaginar que en un Stage 2 en el que no estaba sonando mal nadie, Kreator partirían la pana. De la nueva hornada levantaron pasiones cortes como "Satan is Real", pero los momentos más puramente clásicos fueron los triunfadores. Temas como "Hordes of Chaos", la celebradísima "Violent Revolution" o "Pleasure to Kill" fueron devastadoras, pero creo de todo corazón que la vencedora, y la que más me gustó en ésta ocasión fue "Phobia" (de su criticado Outcast), cuyo riff y letra hicieron del escenario un auténtico mar metálico, que en cualquier caso, se llevó consigo una notable actuación de los alemanes que no pudo dar para más, pero que dejó satisfecho al respetable.



Hice piernas hacia el escenario principal porque después de 10 años aproximadamente, era la primera vez que veía de nuevo a Marilyn Manson, y tras encontrar un montaje con dos peculiares cruces invertidas y un telón que iría cambiando de imagen conforme avanzaba el show, parecía que aquel esperpéntico show que vi en la anterior ocasión, quizás no se repetiría en Download. Efectivamente Manson salió a escena con buena actitud y una banda de apoyo que nada tiene que ver con la que acompaña actualmente a Rob Zombie (casi todos ex-miembros de Manson, y todos ellos brillantes). Es más, diría que con músicos de más nivel, su actuación hubiese lucido en el festival, y estaríamos hablando de un concierto de bien alto. El caso es que, con una pérdida de peso considerable, un buen juego de luces, y el altillo para su majestad, empezar un concierto con "Irresponsible Hate Anthem" y la estremecedora "Angel With Scabbed Wings" (una de mis favoritas), no deja indiferente a nadie, y dan ganas de quedarte clavado en el sitio para ver el resto de la actuación. La voz de Manson es aceptable pero no soporta los cambios que hace 15 años, y la banda, como digo, suena correcta pero muy descafeinada, con guitarras muy tímidas y una batería que sin grandes alardes, era protagonista. Incluso se dirige al público, se mueve por escena y trata de emular al Manson gamberro, con pipas corriendo detrás de él colocando cacharros, pero la sensación es la de acomodamiento y no querer salir de la zona de confort. Tras la más novedosa "Deep Six" (de The Pale Emperor), llegó el mayor batacazo de su actuación, que no fue otro que el de "This is a New Shit" que sonó sin detalles, con un Manson muy forzado y sin la fuerza de la original, algo que fue santo y seña del show en varios puntos, aunque fuese entretenido y correcto, aún pausando el concierto cada vez que caía otro telón o cambiaba de tema.



Tras una notable "Disposable Teens" con la gente dándolo todo, y la archiconocida mOBSCENE (sin chicas haciendo los coros como antaño), "Kill 4 Me" fue motivo de entretenimiento para los fans, subiendo a escena a algunas chicas y a un chaval al que le hizo quitarse la camiseta. "The Dope Show" fue la siguiente en sonar, y dada su poca exigencia musical (que no feeling...), quedó muy bien en el repertorio, dejándonos una versión del tema muy respetable, para poner patas arriba la Caja Mágica con el siempre presente "Sweet Dreams (Are Made of This)", que no falta en ninguno de sus conciertos desde hace lustros.Tras un cambio de look plagado de plumas y un "Say 10" de su último trabajo, el ascenso del presidente se produjo y Mr. Manson, desde lo alto, hizo de las suyas en una coreada "Antichrist Superstar" un tanto descafeinada pero correcta, que fue la antesala de "Beatiful People", el "hasta luego" que Marilyn Manson lleva utilizando en sus shows casi desde la salida de Antichrist Superstar, esta vez con mejor actitud, buen espectáculo, pero poco edulcorante musical.



Rise Against fueron de lo mejor del festival y así lo atestiguaron las lenguas de los asistentes, pero en lo personal necesitaba recargar el buche y descansar tras la arrolladora tarde que llevaba de viaje, conciertos, ubicación y asentamiento, con lo que la siguiente actuación completa que pude presenciar fue la de Avenged Sevenfold, una de las que más juventud congregó en las primeras filas, y desde luego, la triunfadora indiscutible del primer día de festival, así como una de las mejores del conjunto del mismo. Con una pantalla dividida y algunas escalinatas daba comienzo el show con "The Stage" de su último trabajo, y ya pudimos ver que la calidad de sonido, aunque todavía no perfecta, y la puesta en escena, estaban a años luz de lo que bandas como Marilyn Manson habían descargado. Con M. Shadows perfecto de voz y una banda entregada al 100% el tema sonó a gloria y presagiaba un enorme concierto...y así fue. Cargado de fogonazos, emoción y calidad musical fueron cayendo temas como "Afterlife" de su codiciado disco blanco, en el que estaba claro quienes mandaban esa noche. La coordinación de Synyster Gates y Zacky Vengeance queda fuera de toda duda, pero de veras sigo pensando que si hay alguien que se acerca al feeling de un Marty Friedman en sus solos, ese es Gates quien derrochó un enorme talento durante toda la actuación. Pero fue cuando un rey muerto hinchable al más puro estilo Maiden hizo su aparición y desató la locura, en un Hail to the King que se ha convertido en inamovible en el repertorio de la banda por derecho propio. Menudo temazo inmenso!...impresionante el solo, la interpretación vocal y el conjunto general del espectáculo, que iba alternando imágenes mientras todos prestábamos atención al gran nivel musical del que hacen gala actualmente A7X.




Preguntando si era el primer concierto de alguien del público, la banda dió la bienvenida a los nuevos espectadores con un descomunal "Welcome to my Family" sensacionalmente interpretado, incluso sin estar Mike Portnoy tras los parches y derrochando energía toda la banda por los cuatro costados, para, con la cañera "God Damn", dar lugar al mejor tramo del concierto compuesto por tres temazos de Nightmare como son "Buried Alive" (sobrecogedor), "So Far Away" (siempre dedicada a Dave Sullivan, el eterno batería fallecido, y al que siempre hacen un homenaje a través de imágenes) y el propio "Nightmare", un clásico contemporáneo que incluso los menos metidos en material de la banda conocían. Cayeron "Eternal Rest" y "M.I.A", menos populares por el público masivo pero igual de impactantes, para llegar a la esperada "Bat Country", plagada de efectos de escenario, interactuación con el público y en definitiva, potencia y calidad, que es de lo que estuvo repleto su espectáculo.



Para los bises se dejaron la tremebunda y pesada "Sheperd Of Fire" de su Hail to the King (uno de los temas más impactantes de los americanos en directo, por cierto, para despedir su actuación por todo lo alto con "A Little Piece of Heaven" y "Unholy Confessions", ya típicas en sus set y despedidas, finalizando un concierto de altura, enérgico, con un sonido demoledor y dejando una lección de cómo debe sonar una banda de metal en la actualidad, con lo que, desconozco si llegarán a ser el relevo de los clásicos o no, pero con conciertos como el que vivimos el pasado Jueves, el futuro lo tienen bien asegurado y merecido. Grandísimos Avenged Sevenfold.



Quedaba por ver la última actuación de la noche...la de A Perfect Circle, que tras congelar el concierto durante un buen rato después de arrancar con "Counting Bodies Like" y tener una gran cantidad de problemas técnicos, decidieron reitrarse otro buen tramo de tiempo para volver a escena poco después, pero descontando todo el tiempo que habían perdido de su repertorio, tocando tan sólo 30 minutos en total, lo que hizo que, siendo una banda esperada y ansiada dada su reunión, fue una auténtica decepción para los que alli esperaron a verles. Una auténtica pena y un punto negativo para sus próximas venidas a España, pues el chasco generalizado fue de gran magnitud, y con ello, finalizábamos una jornada de un modo agridulce por parte de A Pefect Circle, pero que nos dejó grandes momentos, poco que reprochar, y muchas ganas de ver que nos depararían los siguientes dos días de festival, de los cuales hablaremos más adelante.



José Rojo.

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