GETAFE ELECTRIC FESTIVAL : SABADO 31
Después del buen sabor de boca que nos dejó la jornada del viernes en el Electric Festival de la localidad madrileña de Getafe, llegó la hora de disfrutar del día que a priori se presentaba como plato fuerte y que no defraudó. La actuación de Metallica dejó record de presencia en un festival muy bien organizado en el que, sin embargo, los grandes triunfadores en cuanto a sonido y actitud fueron Machine Head.
La gran amenaza, que todo el mundo temía era la lluvia, que solo hizo acto de presencia durante breves minutos en la actuación de los suecos Soilwork. Todo el mundo que portaba paraguas y chubasqueros, afortunadamente no tuvieron que usarlos. Toda amenaza de lluvia quedó en eso, en una amenaza y pudimos disfrutar de un día medianamente bueno, a pesar del frío que hizo una vez terminado el concierto de Metallica.
Las puertas se abrieron a eso de las 4 menos cuarto, con una aglomeración enorme de personas que intentaban acceder al recinto por alguna de las dos minúsculas entradas que la organización dispuso y que, bien entrada la tarde ocasionó un problema bastante grave, y es que a las personas que no disponían de abono de dos días no se les permitía la entrada y salida del recinto, por lo que te tenías que chupar toda la tarde en el recinto y no cabía posibilidad de salir si querías buscar algo en el coche o algo así. Un fallo bastante gordo y fácilmente subsanable. Y, hay que decirlo, un oasis en un desierto de perfecta organización por parte de Last Tour International.
Otro punto negro, como viene siendo habitual en eventos de esta característica es el precio de la comida y bebida. No veo yo correcto, aunque sí comprensible, cobrar 8 eurazos por un litro de cerveza ,pero lo que si que veo incomprensible e ilegal es cobrar 2 euros y medio por una botella pequeña de agua sin tener alternativas tipo fuentes o grifos. Más teniendo en cuenta que el agua, en un evento de estas características, es un bien más que preciado teniendo en cuenta que el calor, los agobios y las ganas de beber están a la orden del día.
Por la aglomeración antes mencionada no tuve posibilidad de ver a los encargados de abrir el cartel en la jornada del sábado, “From First To Last”, cambiados a última hora por Mos, quizá por si encajarían mejor estilísticamente hablando, en días distintos.
Cerca de las cinco menos cuarto salieron a escena los franceses Eths, abanderados por una imponente Candice que, tanto por su belleza como por lo crudo de su voz hizo que más de un asistente sin conocerlos quedara con la boca abierta. El estilo que profesan es un metalcore que quedó perfectamente plasmado en sus coreografías y en la manera de moverse sobre el escenario, unos movimientos muy típicos de este género.
Hay que decir que el sonido no les acompañó en absoluto. El bajo y la batería sonaban bastante petados, y esto, unido a que el sonido de la carpa donde se situoaba el escenario dos no era el mejor que podía haber sido produjo que la actuación de esta banda desluciera un poco. Todo ello suplido, eso sí, con la garra, energía y fuerza de unos franceses que demostraron que van por el buen camino para ser una gran banda en su estilo.
Tras la actuación de los franceses Eths, comenzaban a desfilar por ambos escenarios los platos fuertes del día, siendo los encargados de estrenar el escenario principal una banda danesa con bastante trayectoria ya que dejaron caer cerca de 40 minutos de su death metal melódico con tintes futuristas. Lo primero que pensé cuando aparecieron en escena fue que echaba de menos a Michael Bøgballe, el anterior vocalista de la banda. Si bien Guillaume Bideau no es malo en absoluto, la marcha de Bøgballe ha dejado un hueco que deja huérfanas a algunas canciones antiguas.
Dejaron caer temas de su último disco, “Passenger”, lanzado el año pasado y cuya calidad quedó plasmada, quedan ahí “In Nothingness Black” o “Meaningless”. Guillaume Bideau hizo una representación perfecta de temas de este álbum, que se pueden considerar más “suyos”. Sin embargo, a mis oídos no sonaron tan bien temas como “Deathbox”, la encargada de cerrar su actuación y que me dejó una sensación agridulce. Lo agrio por que echo en falta al anterior cantante, lo dulce porque la actuación de los Daneses fue soberbia.
Mención especial a los esfuerzos de su bajista por hablar español. Aunque todo el intento se quedara en un hilarioso “Qué zapatos más bonitos” y “Tienes el pene muy pequeño maricón”. Que grande que es este tio.
Otro gran problema del festival era que si te quedabas a ver de cerca a un grupo, la aglomeración de personas no te permitía llegar a tiempo a la otra carpa para ver el comienzo del grupo siguiente. Cosa que me ocurrió mientras terminó Mnemic y comenzaba The Haunted. Llegué a acercarme a la carpa a tiempo para ver la mala leche que estaban repartiendo Peter Dolving y los suyos.
Muchos quizá no lo supieran, pero el pasado sábado día 31 de Mayo tuvimos la oportunidad de asistir al show de dos bandas que sentaron las bases de lo que hoy en día es el death metal melódico. At The Gates y tras su semi-separación The Haunted venían a Madrid para demostrar su buen hacer y el estilazo que pasean por todo el mundo. Sin embargo, un festival de estas características quizá no sea el mejor sitio para admirar toda la valía y la técnica de estas dos bandas. La sombra de Metallica es muy larga y muchos de los allí presentes (entre los que no me incluyo) estaban allí presenciando el Show de The Haunted por mero trámite.
Un show muy potente y duro, con el lastre del mal sonido del escenario dos, pero que no perjudicó mucho a la caña que reparten sobre las tablas esta banda sueca. Es lo que pasa con los estilos más extremos, los instrumentos tienen que sonar perfectamente definidos, porque si no la amalgama de sonidos puede sonar demasiado petado. Hay que decir que los ingenieros de sonido intentaron suplir las carencias de la carpa para ofrecer el mejor sonido posible.
Cerraron con “Bury Your Dead” un show, que quedó para la posteriedad a pesar de pasar de puntillas entre los demás grupos.
Uno de los conciertos más esperados para mí era el de los suecos Soilwork. Siendo colegas de In Flames (recordemos que salen en alguno de sus videoclips) me esperaba que dieran mucha caña de la buena y no defraudaron. Los de Bjorn “Speed” Strid dejaron un muy buen sabor de boca a su paso por la capital de España con una dosis enorme de buen hacer, caña y, como no podía ser de otro modo: melodía y técnica.
Comenzaron su show con el tema que abre y da título a la vez a su último álbum de estudio. Sworn To a Great Divide supuso el pistoletazo de salida a un show en el que ya se empezaba a divisar el recinto a rebosar de gente. “As We Speak”, “One With The Flies”, “Bastard Chain”, “Exile”, “Stabbing the Drama” y “Rejection Role” fueron algunas de las perlas más que nos dejaron en un show que superó la mera corrección y donde el público se los pasó de lo lindo a base de los circle pits a los que una y otra vez incitaba el showman de la banda sueca.
No me cansaré de decir hoy que es mejor ver a una banda así en un show en solitario que en un festival, sin embargo Soilwork cumplieron de sobremanera y la gente disfrutó muchísimo, a modo de adelanto de lo que se avecinaba aquella tarde-noche de finales de mayo.
El paso de Queenryche por el festival madrileño se puede catalogar de desastre. Comenzando que por el pobre sonido que la banda represento, la poca entraga de los cerca de 20.000 asistentes devido al mal sonido, y particularmente, la mala elección del set list, hicieron que Queenryche pasasen sin pena ni gloria por el festival.
“Best I Can” y “Take Hold Of The Flame” fueron de las primeras en sonar, o al menos eso creemos, ya que el sonido era verdaderamente irreconocible. Ya al tercer tema la cosa se estabilizo un poco, y temas como “The Wishper” el cuál dejo algún aplauso del personal, se dejaron escuchar.
Pamela Moore salió a escena para repasar varios temas de su obra maestra. “The Needle Lies”, la cuál fue la que mejor sonido conto y la mas aplaudida, y“Breaking The Silence” siguieron con el pobre show de Queenryche, que dejo para la recta final “I Don’t Believe In Love”, gran tema y mejor estribillo “The Hands”, u la versión de Sabatt “Neon Knights”, cerrando así un concierto verdaderamente pobre, cosa que la banda no suele realizar, pero ese día fue el día, y nos toco a nosotros.
A partir de la finalización del show de Queensryche, comenzaron las especulaciones sobre los horarios y las actuaciones del festival. Más allá de opiniones, que hubo miles, yo opino que la actuación de Machine Head en el escenario principal hubiera quedado más lucida y más conseguida de lo que quedó en el escenario secundario (aunque doy fe de que aún así rodaron cabezas) y si los sacrificados hubieran tenido que ser los holandeses Within Temptation… pues mira, bienvenido sea.
Aún así, el show que ofrecieron Sharon Den Adel y sus compañeros fue maravilloso. La armoniosa voz de esta chica en directo es impresionante y, muchos quedaron agradecidos por esto, Sharon no se excedió con esos movimientos tan moñas de los que hace siempre gala la frontwoman.
Comenzaron con “Jillian, I’d give my heart”, (cuando yo me esperaba que lo hicieran con “See Who I Am”, tema que no tocaron) y a partir de ahí los temas discurrieron con tranquilidad entre un público que, sin llegar al éxtasis, disfruto muchísimo del espectáculo. Entre los temas que nos ofrecieron están “Angels”, “Mother Earth” (que supuso una culminación casi perfecta a un show buenísimo), “Stand My Ground” además de una amplísima representación de su último álbum de estudio “The Heart of Everything”, de los que cayeron: el tema homónimo, “The Howling”, “Our Solemn Hour”, “Hand Of Sorrow”, “The Cross”, una sorpresa mayúscula con “Forgiven”, ya que nadie se esperaba esa balada tan personal en un festival de éstas características y “What Have You Done” que no me gustó en absoluto, ya que la voz pregrabada de Keith Caputo restó muchísima personalidad a la interpretación de dicho tema por mucho que nos hiciera cantar a nosotros.
En definitiva, muy buen show de los holandeses, que a pesar de no ser el terreno mejor para un concierto suyo, supieron ofrecernos lo mejor de sí con un sonido perfecto, a pesar de los pequeños fallos de micro al final del concierto.
Un servidor, cometiendo uno de los “semifallos” de los que más se va a arrepentir durante todo este año, se quedó esperando a Metallica entre las primeras filas perdiéndose consecuentemente el ESPECTACULAZO que dieron Machine Head en la carpa dos.
De oídas, y leyendo los labios de Rob Flynn en la pantalla saqué en conclusión que los tres primeros trallazos fueron “Clenching the Fist of Dissent”, “Imperium” y “Now I Lay Thee Down” y que la apoteosis máxima y la destrucción total del recinto vino de la mano de “Aesthetics of Hate” y el broche final “Davidian”. Aquí os dejo el set por si alguien tiene curiosidad.
- Clenching The Fists Of Dissent
- Imperium
- Now I Lay Thee Down
- Ten Ton Hammer
- Aesthetics Of Hate
- Old
- Descend the shades Of Night
- Take My Scars
- Halo
- Davidian
Dije antes lo de “semifallo” porque nunca es un fallo ver a Metallica de cerca. Los de san francisco volvían a España trescientos cincuenta y pico días después del show del pasado año de Bilbao. A pesar de estar un tanto predecibles y, apáticos quizá, sobre el escenario, los de San Francisco son, han sido y serán una de las mayores bandas de la historia del metal universal. Digan lo que digan detractores y demás Metallica consiguieron congregar en el Electric Festival de Getafe a la friolera de casi 58.000 personas.
Hay que decir que Lars, va cogiendo forma cada vez más y el sonido a lata del St. Anger va desapareciendo paulatinamente para, no ser el de antaño, pero sí asemejarse bastante. El pequeño Danés se paseó durante todo el concierto animando a los presentes. La voz de James, está cogiendo, del mismo modo, un tono soberbio en comparación de conciertos de años anteriores, aunque su entrega no fuera la misma que en otros conciertos. Además, sus comentarios entre canción y canción son muy monótonos. James, colega, ensáyate algo nuevo aparte del “Metallica is in Madrid” o “Metallica loves you”.
El set-list fue equilibrado, ligeramente breve y semi-predecible, y es que con tantos discos en el mercado y con tantos hímnos como tienen los de California, es normal que se queden muchos en la trastienda. Yo personalmente eché en falta “For Whom The Bell Tolls” sobre todo y también “Battery” y “Blackened”. Sin embargo, compensa que toquen temas como “Bleeding Me”, que sono soberbio y poniendo pelos de punta a más no poder, “Harvester of Sorrow” o “Whiplash” tema durante el cual un servidor casi se descoyunta.
La parte media-final del set, es evidentemente la de siempre, aunque como siempre es altamente excitante: “Master of Puppets”, “Fade To Black”, “One” con espectaculazo de pirotecnia incluido, “Nothing Else Matters” donde la marea se convirtió en un mar de luces, “Sad But True” y la coreadísima “Enter Sandman” fueron sinónimo de fiesta metalera y de alegría colectiva.
Si tuviera que elegir un momento del show quizá me quedara con ese “Gimme fuel, Gimme fire, Gimme that which I desire!” donde surgieron unas llamaradas a ambos lados del escenario que dejaron sin pestañas a más de uno. También el “Nothing else matters”, momento idóneo para llamar a la novia para que la escuche, ponerse tierno y esas cosas que se hacen durante las baladas, ni que decir tiene que el “Nothing” es una de las mejores.
La apoteosis vino finalmente en el broche final donde “Last Caress”, “So What?” y una siempre apetecible “Seek & Destroy” terminaron de destrozar las 58.000 gargantas que a esas horas de la noche se congregaban allí frente a cuatro tíos que, aunque lejos de ser lo que eran, siguen ofreciendo grandes espectáculos, provocando euforia y, en definitiva, siendo uno de los grandes del metal. Arriba Metallica, estoy deseando de que vuelvan, pero la próxima vez por favor…. ¡¡No me quiten a Machine Head de en medio!!
Set List:
The Ectasy of Gold
Creeping Death
Fuel
Ride The Lightning
Harvester Of Sorrow
Bleeding Me
Wherever I May Roam
Devil's Dance
And Justice for All
Fade to Black
Master Of Puppets
Whiplash
Nothing Else Matters
Sad But True
One
Enter Sandman
Last Caress
So What
Seek and Destroy
Pero todo no quedó ahí, a pesar de estar clínicamente muertos tras el intenso show de Metallica y a tardar 25 minutos de reloj en atravesar el recinto y otros 20 en comprar agua (llevábamos desde el concierto de Soilwork sin movernos de los primeros puestos del escenario principal y llegamos mediado el show de unos At The Gates que, tenían una gran multitud enfrente escuchando su show y que tuvieron la fuerza y el empuje suficiente para activar de sobremanera al público ofreciendo un show con una gran cantidad de fuerza y que provocaron muchos aplausos.
Un show el de At The Gates, del que no tengo muchos datos por el cansancio pero que, sentado al final de la carpa pude comprobar que fue buenísimo y que la gente disfrutó bastante.
Esperemos que el año que viene repitan festival, subsanando los errores de este año, que por otro lado son errores normales, y mejorando en bandas (chungo lo tienen), accesos, número de barras y en precio de las cosas, que es una de las cosas que echan para atrás a mucha gente. De todas maneras, el Electric Festival de Getafe 2008 ha sido un gran festival que ha dejado a muchísima gente con ganas de más.
Texto: Sergio Rodríguez Villa
Fotos: Sergio Rodríguez / Electric Festival
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