Resulta difícil ponerse ahora a escribir sobre la noche que vivimos ayer, casi recién levantado y todavía con dolores después del concierto. Muchas emociones vividas, mucho buen ambiente y sobre todo buena música. Así que empecemos desde el principio

A las siete de la tarde aproximadamente llegamos a Pozal de Gallinas, que una vez más ha albergado este gran festival, ya en su quinta edición en parte gracias al apoyo popular de un pueblo volcado con este evento. Tras dar un paseo por las calles del pueblo llegamos al polideportivo, donde empezaba a llegar la gente mientras dentro del recinto todavía se oían las pruebas de sonido.

Con retraso, bastante retraso, casi una hora, pudimos acceder al recinto, donde pronto aparecieron los vallisoletanos Presidio, que abrieron el festival, con bastante nota. Buena actuación durante la cual la gente empezó a entrar en el pabellón, el cual se llenó hasta los topes a lo largo de la noche. Contaron con poco tiempo, durante el cual nos dejaron un puñado de buenos temas de su homónimo primer y único disco hasta la fecha. A pesar de la entrega de la banda, gran parte del público no llegó a entrar en calor con su actuación, mientras para otros fue un buen comienzo para el festival.

A continuación y por suerte sin demasiado tiempo de retraso llegó el tiempo de Huma. Tras la intro “Sangre y Fuego”, salieron a escena con todo, pirotecnia incluida con un gran “Semilla del Mal”, a la que le siguió “Perdedor” con Salva y Glory pletóricos al igual que el resto de la banda. A lo largo de su actuación cayeron temas de sus dos álbumes como “Rumbo Hacia El Sol”, “Placer Prohibido”, que sirvió para presentar a la banda y que calentásemos un poco las gargantas, “Como Tu Sombra” o “Pesadilla”, además de unos trocitos de “Painkiller”, “Master Of Puppets” y “Raining Blood”, que desembocaron en una gran versión de “Reencarnación” de los siempre queridos Santa. “A Solas” fue lo último en sonar antes de que reapareciera la banda para ya cerrar con la magnífica “Dueña del tiempo”. Enorme actuación la que nos ofrecieron los gaditanos, con la que ya el festival entró en calor definitivamente.

Los siguientes en salir a escena fueron los también gaditanos Sphinx, los cuales nos ofrecieron una actuación muy esperada, sobre todo por el público más joven. Abrieron con “Maldita Ilusión” de su último trabajo, “Renacer”, para seguir con uno de los clásicos de la banda, “Recluso 943”. Con el público ya entregado con la banda y viceversa sonó “Destino Sin Fe”, último tema de la noche de Renacer. “A Las Puertas Del Infierno” de su “Paraíso En La Eternidad”, en el cual se basó la mayor parte del show llegó a continuación. “Agosto de 2001…”, nos anunciaba que llegaba la épica “Mar de Dioses”, la cual fue uno de los grandes puntos fuertes de la noche. Tras ella, de nuevo vuelta a “Paraíso En La Eternidad” con “Esclavo de Tu Maldición”, gran tema, dedicado a su mujer por Manuel Rodríguez, el cual arrastraba unos problemas en un pie, por lo que estuvo más parado que en otras ocasiones, problema solventado por unos monstruos del escenario como son el resto de componentes del grupo. Dicho tema fue seguido de otro todavía mejor como es el intocable “Momentos De Lucidez”. Con él todos sabíamos que al show de Sphinx le quedaba poco, pero todavía hubo tiempo para “La Muerte Sobre Un Papel”, tema favorito de un servidor, y por lo visto de gran parte del festival, ya que fue el tema más celebrado hasta el momento. Finalmente cerraron su gran concierto con un rotundo “No”.

Al término de su actuación, la gente se empezó a agolpar en un pabellón totalmente abarrotado, ya que era el turno de los grandes, los más grandes, y la banda favorita del que escribe, Barón Rojo.

Con un sorprendente “Caballo Desbocado” comenzaron su actuación los madrileños, continuando con uno de los temas siempre queridos de la banda como “Son Como Hormigas”. Con el público ya dentro del show llegó todo un clásico, “Larga Vida Al Rock & Roll”. Del mismo disco llegó la sorprendente “Anda Suelto Satanás”.

“Desafío” también sonó “Te Espero En El Infierno”, en un comienzo de concierto un poco raro si miramos los temas interpretados, y que para mí personalmente, que fui al concierto con una ilusión tremenda ya que tocaban mis ídolos, supuso en algún momento una pequeña decepción, que pronto se marchó con “Breakthoven” uno de mis favoritos. Con él, gran parte también se despertó en el concierto gracias también a “El Barón Vuela Sobre Inglaterra”, una de las grandes composiciones clásicas de los Barón, la cual fue muy acertadamente enlazada con “El Malo”, otro de sus mejores temas de siempre. “Fronteras”, un tema bastante más actual sonó a continuación, el cual junto con “Invulnerable” fue un pequeño bajón para gran parte del público, que enmudeció en estos dos temas.


“Incomunicación”, uno de los grandes clásicos devolvió las ganas a la concurrencia. Carlos, el cual estuvo un poco apagado en el inicio del show, tuvo algunos problemas con su micro mientras tocaba la armónica en este tema, pero que no pasaron a mayores. Con él llegamos prácticamente al ecuador de su actuación y ya las primeras muestras importantes de cansancio aparecían tras las otras tres actuaciones, pero daba igual, estábamos viendo a Barón Rojo y eso era lo único que importaba.

“Caso Perdido”, otro de mis temas favoritos fue el siguiente interpretado, seguido de otro gran clásico como “Hermano Del Rock & Roll”, el cual no me esperaba debido a sus últimas giras, pero que para la gente en general, fue una agradable sorpresa. A continuación, silencio, roto enseguida por unas notas interpretadas por el incasable Armando, el cual no paró en todo el show, ya fuese moviéndose en compañía de Gorka o deslumbrándonos con su talento para las seis cuerdas, que nos anunciaban el imprescindible “Concierto Para Ellos”.



Se avecinaba la parte final del show, pero todavía quedaría un rato para otro puñado de clásicos. Unos cuantos golpes de batería por parte del también incansable tras los platos Rafa Díaz nos introducía en la gran “Cuerdas de Acero”, tras la cual llegó el clásico por excelencia “Los Rockeros Van Al Infierno”, dentro del cual además de presentar a la banda, introdujeron en lugar de los habituales “Smoke On The Water” y “Highway To Hell”, el tema de Judas Priest, que ya versionaron una vez, b>“You’ve Got Another Thing Coming” y el “Lick It Up” de Kiss. Tras este tema, el cual se llevó una de las grandes ovaciones de la noche, se retiraron los barones momentáneamente.

Regresaron con un sorprendente “Satánico Plan”, que se podría criticar ya que no interpretaron “Siempre Estás Allí” en su lugar, pero que no pareció importarle a mucha gente. Tras él, y mientras muchos alucinábamos, la banda se atrevió con parte de novena sinfonía de Beethoven, el “Himno De La Alegría”, seguida de la muy celebrada “Barón Rojo”, coreada por todo el pabellón municipal. No podía faltar “Resistiré”, muy celebrada también y de nuevo coreada a voz en grito. Con ella, todos sabíamos que esto tocaba a su fin, pero todavía pudimos deleitarnos con la magnífica, la obra maestra b>“Hijos De Cain”. Tras ella, satisfacción general entre el público y mía personalmente al haber visto a mis grandes ídolos y además en un gran concierto.



Todavía hubo tiempo para más en este incansable Atalaya Rock, y los segovianos Metalmania, banda tributo a Metallica se encargaron de cerrar el festival de la mejor de las maneras posibles.




Comenzaron arrollando con “That Was Just Your Life”, del último álbum de los de San Francisco, tras la cual un servidor se fue a sentar a la grada debido al gran cansancio acumulado. Allí, más tranquilo, pude escuchar la magnífica interpretación de la banda, que combinó temas del último “Death Magnetic”, con grandes clásicos como “One”, “Master Of Puppets”, “Battery” o “Enter Sandman”, en la cual subieron al escenario a cantar algunos miembros de Sphinx. Tras un gran concierto, en el que la gente a pesar de las horas y de actuar después de Barón Rojo, aguantó y coreó cada tema de la banda, cerraron el show y el festival con “Seek And Destroy”.



Terminado todo, se sorteó una guitarra y un equipo de música entre los asistentes, y un buen grupo de personas aguantamos un rato más en el festival, entre los cuales estaban se encontraban los miembros de Sphinx, con los que tuve la oportunidad de fotografiarme.

Una vez fuera del pabellón, todavía me quedaba un largo rato hasta llegar a casa, pero en todo momento acompañado por el agradable recuerdo que nos dejó a todos el festival.



Es obligado hacer mención a la asociación que organiza el festival, ya que es una gran iniciativa además de tener entrada libre, lo cual también fue mencionado por los músicos que pasaron por el escenario de Pozal de Gallinas.



Nos vemos el año que viene.

Texto y Fotos: Jaime Miguel Lopez

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