AVENGED SEVENFOLD - PALACIO VISTALEGRE 24/06/2011
En mis muchos años como periodista musical en contadas ocasiones he podido ver una devoción, fanatismo, amor, o como queráis llamarlo, como el vivido el pasado 24 de Junio en el Palacio Vistalegre Madrileño, por ver a un grupo de músicos, y todo debido a la visita de los americanos y poseedores de ventas millonarias, Avenged Sevenfold.
Como si de un concierto de Bisbal o El Canto del Loco se tratase, la muchedumbre adolescente se agolpaba en los alrededores de la plaza de toros desde días antes...e incluso podíamos ver sofás en la calle, y todo tipo de material para subsistir, como neveras, sombrillas, e incluso padres trayendo comida a los acalorados y eufóricos jóvenes que se encontraban en Carabanchel, deduzco por el rojo de sus caras y su cansancio, desde muchas horas, e incluso días antes del evento...increíble. La pequeña diferencia entre los artistas antes mencionados y los que venían a descargar en esta ocasión, es que Avenged Sevenfold han sabido hacerse con un espectro de público tan amplio, que abarca todo tipo de edades, con una música afincada en el metal, mezclando metalcore, heavy metal, thrash...todo es válido para su música, y por lo vivido la pasada semana en Madrid, puedo asegurar que son el relevo rockero de nuestros días, y es que da gusto ver a tantos menores de edad reunidos por ver a una banda de rock con todas las letras, le pese a quien le pese. Sinceramente, me alegro de esa respuesta de público por la banda, y por la salud de nuestra música.
Se abrieron las puertas y nosotros tuvimos un pequeño "percance" con los pases, por lo que tuvimos que sacrificar la actuación de nuestros Vita Imana casi al completo, aunque pudimos llegar a ver parte de la actuación, en la que pudimos ver a una banda compacta, enérgica, potente como la que más, y es que más quisiesen unos Soulfly salir con esos huevos al escenario. Un sonido aplastante y una puesta en escena que cualquiera que lea nuestra página o haya visto alguno de sus shows conocerá...lástima que en esta ocasión no podamos hacer demasiados apuntes al respecto, pero incluso ellos mismos conocen el apoyo que se les brinda desde nuestro página, no por enchufismo, sino porque en Metalzone apoyamos el panorama nacional, y Vita Imana son la creme de la creme de este.
Con un telón franqueado con los "skull bats" de la banda, y un bonito escenario compuesto por unas columnas fúnebres, arcos góticos y unas berjas clásicas de los cementerios más añejos de las películas de cuerpos sin vida andantes, nos preparábamos para ver la venida de A7X a nuestró país, sin antes nombrar las estampidas de chavales que podían observarse en el ruedo, luchando por conseguir un sitio privilegiado para ver a la banda, y ver como las gradas se llenaban poco a poco, sin conseguir completar toda la plaza, ya que parte del graderío todavía estaba tapado con grandes telones blancos. Y a las 22:30 llegó el momento por el que tantos habían expuesto sus cuerpos al abrasivo calor de Madrid. Se apagaron las luces y comenzaron a sonar las notas de Nightmare. El griterío resultaba ensordecedor, el sonido más que correcto, y ahí estaban M.Shadows y Cía. dándoselo todo al público español. Avanzaba el tema y las llamaradas no paraban de hacernos sudar la gota gorda, mientras que ya podíamos ver entre el gentío los primeros desmayos y lipotimias de la noche, y esque la locura de exponerse tantas horas al sol del centro, es un acto que la banda debería valorar como algo increíble por parte de sus fans más jóvenes. Synyster y Zacky (no me cansaré de decir que la estética de este hombre ganaría mucho con harapos más oscuros) parecían estar más compenetrados que nunca, bordando cada nota del tema...y Arin Ilejay nos dejó asombrados a todos detrás de los parches, pues suplir a las baquetas a Portnoy no es nada fácil, y el lo hizo sin problema ninguno, al menos en los temas que Mike grabó para Nightmare. No hará olvidar a Sullivan, ni el ni Mike, pero que es el sustituto perfecto para el puesto no es una habladuría, sino un hecho.
El concierto siguió su rumbo con Critical Acclaim, enorme, apoteósico, pero sin la parte cantada de Sullivan, que fué suplida cumpliendo sin más. Eso si...el estribillo era ensordecedor, cantado por un público cada vez más convencido de los que estaba viendo, para, con una presentación espectacular de batería, se dió la "bienvenida" a la familia a Arin con un Welcome To The Family de su última obra realmente atronador, perfecto, con unas melodías vocales por parte de Shadows brillantes, y sonando todo en su sitio, como si pusiésemos el cd y girásemos la ruleta del volumen a tope, a todo detalle y con una fuerza impactante.
Almost Easy fué la siguiente en sonar, con uno de los estribillos más coreados de la noche, una banda que no bajaba el listón en absoluto, y un juego de luces y pirotécnico de envidia. Quedó claro que la banda da mucho peso a sus obras Avenged Sevenfold y Nightmare, obviando casi al completo obras como Waking The Fallen e incluso City Of Evil. Comenzamos la parte "light" del concierto con una de las favoritas de quien escribe, es decir, Buried Alive, con su parte semiacústica ejecutada con un feeling increíble y la parte final del tema, más cañero y sónico, causando estragos entre los presentes. Siempre lo he dicho desde que escuché el tema hará medio año más o menos, y esque es su "particular" "One", y no estoy comparando en absoluto, sino resumiendo el efecto que el tema causa en la cara de los presentes en directo en uno y otro tema.
Llegó el momento emotivo de la noche, el de recordar a su viejo amigo, el de demostrarnos a todos que Sullivan no era solo su batería, sino un hermano para ellos, y nos brindaron una preciosa So Far Away cantada palabra por palabra por todo el pabellón. Volvimos al pasado, al disco blanco de la banda con la potente Afterlife, y a partir de aquí, ya nos olíamos que el show no duraría mucho más. Cayó God Hate Us, y las esperadas A Little Piece Of Heaven y por supuesto la descomunal y coreadísima Bat Country, sin dejar descanso al personal para reponerse de un tema tan potente y enérgico como este. La banda se tomo un par de descansos para dejarnos una despedida llena de explosiones y llamaradas con la única representación de su album Waking The Fallen, Unholy Confessions, y para terminar, nos brindaron la épica y larga Save Me, dejándonos a todos casi hora y media de los mejores Avenged Sevenfold, despidiéndose la banda amablemente de uno de los públicos más volcados que servidor ha visto en los últimos años.
A muchos les pesará, a otros "puristas" les repatearán por sus "pintas", pero lo que está claro es que Avenged Sevenfold dará que hablar y mucho durante los próximos años, y así lo demostraron en el Palacio, dejándonos un enorme show solo digno de los grandes. Esperemos tengamos banda por mucho tiempo.
Crónica realizada por José Rojo.
Fotografías realizadas por Cristina Morales.
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