Lo que más me molesta de realizar entrevistas cuando las bandas se encuentran de gira, es que dicha actividad coincida con la actuación de las bandas teloneras, y en el caso del concierto de The 69 Eyes junto a Killus y Romanthica, la cosa se alargó desde que la decarga de los descomunales Killus comenzasen a meter tralla en escena, hasta casi el final del show de Romanthica.


Y si...tralla es la palabra para definir a Killus, porque lo poco que pude disfrutar de la actuación, he de decir que la banda, que venía a presentarnos su nuevo Feel The Monster, tiene un empaque que ya les gustaría a la mismísima banda de Marilyn Manson en vivo. Suenan potentes, la puesta en escena recuerda a unos Rammstein mosqueados y la calidad instrumental y sónica es para echarles de comer a parte. El industrial es santo y seña de su música, pero llevado a extremos insospechados...y es que por momentos, gente como los propios Ministry aparecieron por algún rincón de mi mente, Pero lo dicho...me quedé con la sensación, lo poco que pude disfrutar, de perderme un tremendo show, que si me apuráis, resultó de lo más entretenido y sustancial de la noche, o esa fué la percepción que me dejaron lo poco que pude disfrutar de su espectáculo.


Nos fuimos con Jussi, batería de The 69 Eyes a una cafetería de la misma calle a hacer la entrevista...cuando volvimos, los barceloneses Romanthica casi habían finalizado su show, y de nuevo me invadió la sensación de estar perdiéndome a una gran banda que difícilmente superarían la que encabezaba el cartel. La formación, que está formada por "perros viejos" del panorama catalán, practica un gothic rock, o gothic metal muy trabajado y profesional, y venían a presentarnos su nuevo disco de estudio, Eterno. Los temas, que son un híbrido perfecto entre HIM y Söber, pero con una cantidad de matices lo suficientemente notorios como para no parecerse a nadie. Habría que preguntar a la propia banda por sus influencias, pero lo que dejaron claro, es que la profesionalidad, buen sonido, y destreza como instrumentistas es algo que nadie les va a quitar. Son unos músicos de primera, y prometido queda, que en cuanto se dejen caer, sin que coincidan con alguna actividad como la que me chafó su concierto, iré a verlos sin pensármelo dos veces.



Tras la sensacional descarga de Romanthica, salieron a escena unos The 69 Eyes sedientos de público español, y un público español sediento de la sangre que Jyrki y los suyos estaban dispuestos a ofrecernos ésta noche. Venían con un "nuevo" álbum bajo el brazo, y es que "X", ha calado lo suficiente como para hacer tres fechas en nuestro país...y con una media entrada de la sala vendida, en la que encontrábamos "pintas" y edades para todos los gustos, la banda salió a romper con todo con Love Runs Away de su nuevo trabajo. Las primeras filas en especial, sabían lo que tenían frente a sus caras, coreando cada uno de los párrafos del tema, perteneciente y punto de partida de "X". La banda sonaba compacta, pero la batería de Jussi absorbía el sonido muy por encima de la profunda voz de Jyrki, quien, con una estética muy a lo Sisters Of Mercy, gafas de sol incluídas, nos presentaba el clásico Gothic Girl, y el ambiente se caldeó un tanto más ante tal clásico. La actitud de sus dos guitarristas Timo y Bazie era la de auténticos veteranos del rock, con poses, caras, y algún que otro guiño a la new wave y post punk por parte de Timo, quien rasguea las cuerdas de su guitarra con chulería innata durante todo el show.



La voz de Jyrki, quien no paraba de hacer poses a lo Elvis de lo más estéticas, fué mejorando a partir del tercer tema, Tonight, un futuro clásico extraído del nuevo álbum, que todo el mundo parecía conocer, y que se aleja bastante de aquellos sleazy's que "los sixty" eran en sus comienzos. Hubo tiempo para todo y para todos, con temas como Perfect Skin, I Love The Darkness...e incluso guiños al pasado pre-Paris Kills/Blessed Me, con Wasting The Dawn, provocando en el público reacciones tan sorpendentes como dispares, al no conocer mucha porción de seguidores el tema. Tras Dead Girls Are Easy, llegó el momento de la esperada Betty Blue, y es que es un inamovible del set de la banda, otorgando esta al tema cierto cambio de sonido en directo a favor de guitarras más a lo "The Cult", y obviando otro tanto los telcados que originalmente se grabaron para el tema. Un tremendo Morning After, y con una banda sonando muy compacta y limpia dentro de lo sucio de su sonido en vivo, a parte de un Jussi que se deja la piel tras el kit, Never Say Die, uno de los mejores cortes de la última hornada de temas de la banda, nos llevaba a la impresionante Borderline, un corte que bien hubiese podido facturar "el rey", pero que en éste caso, lo dispara una banda que se amolda a todos los terrenos rockeros con mucha precisión.



Comenzó a sonar otro de sus clásicos imperecederos. Dance D'amour fué bailada y coreada sin compasión, aunque el tema pierda muchos matices en vivo. Y con tal super-tema, sabíamos que se acercaba el fin de un concierto plagado de mucha sensación gótica, pero que se vería culminado con temazos como Red (otro nuevo clásico), la especial Feel Berlin o la malévola Devils. The Chair, Brandon Lee y Lost Boys despedían algo más de hora y veinte minutos de puro vampirismo, teñido por mucho olor a The Cult, Sisters Of Mercy y Los Ángeles, y es que si la banda ha decido "rockerizar" su propuesta, quizás sea para hacer más amenas veladas como la que pudimos presenciar ésta noche, a la que no le faltó absolutamente de nada.


Poco se puede echar en cara a una actuación íntegra, sin demasiada floritura, y con un setlist inquebrantable al que sólo le faltó Don't Turn Your Back On Fear, el que para servidor, es el mejor tema de la banda, y que esta noche hizo gala de su ausencia a pesar de que llevaban muchas giras intepretándolo. Pero como siempre se dice...no llueve siempre a gusto de todos, y ésta noche los vampiros tomaban el mando. Habrá que respetar sus decisiones, no nos vayan a chupar la sangre.




Crónica: José Rojo

Fotografías: Cristina Morales

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