Un año más, la redacción de MetalZone se ha desplazado hasta Clisson para cubrir uno de los festivales de rock y metal más importantes de toda Europa, el HELLFEST.

Tras unos días de descanso tras la vuelta del gigante francés llamado HELLFEST, nos sentamos a detallaros nuestra experiencia e impresiones sobre lo vivido el pasado fin de semana en Clisson.

Con la experiencia del año pasado y el caos vivido a nuestra llegada (trafico, colas eternas para buscar donde dejar el coche, mala organización y falta de indicaciones), decidimos adelantar nuestra salida al miércoles por la noche con la intención de llegar lo antes posible, y así hicimos. Tras muchas horas en el coche, finalmente llegamos a Clisson, y como era de esperar, no había mejorado nada con respecto al año anterior en cuanto a organización de accesos y parkings. Y es que uno de los principales defectos, además graves desde nuestro entender, es que prácticamente ningún miembro de la organización situado en puntos de control habla inglés. Esto que puede parecer una tontería es algo clave para el correcto control de acceso y para poder evitar colas eternas, vueltas innecesarias y mil penurias que, si no eres francés, vas a tener que pasar sí o sí. ¿Cómo saber donde están las zonas de aparcamiento si cuando le preguntas a quién dirige el tráfico y te redirecciona no entiende ni papa de lo que le dices? Pues simplemente, no lo sabes y terminas aparcando donde te parece… Terminas acampando donde te cuadra… y así hasta el infinito. Detalle importante que los organizadores del Hellfest parecen obviar.

Una de las cosas que sí mejoraron con respecto al año pasado fue el cercado de las zonas de acampada. El año pasado esto fue un verdadero problema ya que no había ningún tipo de control, el camping era abierto y cercano a las carreteras, y de hecho hubieron gran cantidad de robos como ya comentamos en la crónica del año pasado. Esta vez estaba correctamente vallado y con control de acceso por las diversas entradas. Parece que la organización escuchó las quejas del público.
Cabe destacar una nueva adición a las “mejoras” de esta edición con una nueva forma de acceso a la zona de acampada donde todos los asistentes, cargados hasta las cejas con tiendas, sacos, mochilas, neveras, carritos, etc… debían subir una escalinata de unas 2 plantas de altura para seguidamente volver a bajarlas, para de esta forma dejar el paso inferior libre de cruces para la organización. Un solución un tanto desafortunada para los miles de asistentes ya que tan solo suponía problemas. Solución que se asemeja a la realizada por los alemanes en el gueto de Varsovia en la segunda guerra mundial. Tremendo!.

Una vez acreditados, acampados y todo listo, procedimos a dar un paseo por la zona del festival. Aunque la zona de escenarios estaba cerrada, pudimos dar un paseo por la nueva y rediseñada plaza de acceso y zona de tiendas. Se respiraba un buen ambiente de fiesta y ganas de metal que se prolongó hasta altas horas de la noche.


DIA 1.- Viernes 20 Junio.

Comenzaba el festival, y no podía hacerlo de mejor manera que con nombre español. Los albaceteños ANGELUS APATRIDA eran los encargados de abrir el festival en el escenario principal 2. Aunque siempre es duro abrir un festival, y más aun a la hora en la que lo harían, 10.30 de la mañana, no me arriesgo demasiado al afirmar que los españoles estarán muy contentos con la acogida recibida, y es que aún siendo tan temprano y tras una noche de desfase para muchos de los allí presentes, hay que reconocer que gozaron de una buena asistencia.

Nosotros por desgracia y una vez más, gracias al nulo conocimiento del inglés del personal de control, nos perdimos gran parte del concierto, tan solo pudiendo ver las 2 últimas canciones. El acceso de prensa había cambiado con respecto al año anterior y fue completamente imposible entenderse con ninguno de los allí presentes para encontrar el acceso, lo que conseguimos probando todas las vías posibles hasta encontrar la correcta. ¡Un desastre!




Bastante jodidos por lo sucedido, debemos decir que, por lo poco que vimos, los españoles hicieron una gran actuación, desplegando su thrash intenso sin concesiones. Comentar la brillante actuación de Ekaitz Garmendia que ocupó el lugar de David Álvarez, el cual sufrió un accidente hace unas semanas tras el cual tuvo que pasar por quirófano y del que aun se está recuperando.




El fin de semana se planteaba largo y con un calendario casi imposible de cumplir. Muchas bandas interesantes y muchas bandas que no te puedes perder. Y este primer día prometía ser agotador.

Tras la actuación de los españoles, decidimos volver a la zona de prensa para ver que se cocinaba por aquellos lares, que noticias llegaban y que sorpresas nos deparaba el día, y una de ellas fue el anuncio de la rueda de prensa de Rob Zombie, a la cual no pudimos faltar y donde volvimos a ver más carencias de la organización.

Una sala abarrotada de periodistas esperaban la aparición de Rob, el cual vino acompañado de su guitarrista Johnny 5. A diferencia de otras ruedas de prensa de festivales a los que hemos asistido donde había un moderador que iniciaba la rueda de prensa con sendas preguntas y luego den paso al turno de preguntas, en el Hellfest literalmente sueltan a los artistas a su suerte, como ya pasaría el año pasado y dando lugar a situaciones incómodas y ridículas como las que sucedieron. Tanto Rob como Johnny se sentaron y esperaron un buen rato a que alguien se atreviese a romper el hielo con preguntas, de las cuales debemos decir que ninguna mereció la pena y que más bien eran dignas dela última página de la Superpop. Preguntas como: ¿Cuál es tu película de terror favorita? o ¿Qué te gusta mas Metallica o Megadeth? ¿qué prefieres Iron Maiden o Black Sabbath?... pregunta a la que Rob contestó: “Es como si yo te preguntase, ¿a quien quieres más, a tu padre o a tu madre?. En fin, una vez más, se denotan ciertos problemas de organización que esperemos se vayan mejorando en futuras ediciones.
Lo que sí nos quedó claro es que no traerían su producción a esta edición del festival, comentado que se vería un poco ridícula a la luz del día. Una verdadera lástima.

Sin duda alguna, era el día de Rob Zombie y Iron Maiden, pero eso no significaría que no hubieran otros conciertos brutales.

Tras la rueda de prensa volvimos a la zona de los escenarios principales, donde no nos moveríamos hasta el final de Slayer y donde comenzaríamos a sufrir lo que sería la nota dominante durante todo el festival, un calor infernal!.

Los neoyorkinos M.O.D. (Method Of Destruction) harían su aparición en el Mainstage 2, donde desplegaron su característico hardcore-thrash-punk con canciones de sus primeros álbumes como “Get a real Job” de 1987.

Hay que comentar el mal estado de forma en el que se encontraba su cantante Billy Milano, con bastantes kilos de más, ataviado con un chándal y muy estático durante todo el concierto, pero llegando a complacer a los fans más clásicos de la banda.

Acto seguido comenzarían los rockeros THERAPHY?. El trio irlandés formado en el ’89 llegaban al escenario principal con una larga trayectoria a sus espaldas, abalada por sus 13 álbumes de estudio. El grupo liderado por Andy Cairns ofreció un concierto completo, donde en 50 minutos tuvieron tiempo no solo de cubrir gran parte de su discografía con temas como “Trigger Inside” o “Die Laughing” entre otras, sino de versionar el clásico “Breaking The Law” de Judas Priest” o el “Isolation” de Joy Division, para rematar el concierto con “Nowhere”.

A continuación y tras un cambio en el horario, actuarían los norteamericanos TRIVIUM, que volvían al Hellfest tras su actuación en 2012. Al igual que la última vez, los de Florida venían con un nuevo disco bajo el brazo, “Vengeance Falls”, aunque solo tocaran 2 canciones del mismo, “Brave This Storm”, con la que arrancaron el concierto y “Strife”. No pudieron faltar canciones como “Built to Fall” “Black” o “In Waves”.

Matt Heafy estuvo tremendo como siempre, activo en cada momento y demostrando que no es un impedimento el ser guitarrista-cantante para dar un buen espectáculo, interactuando constantemente con el público y haciendo un show bastante dinámico.

Durante el concierto de Trivium eramos testigos de cómo se iba montando el escenario para lo que vendría a continuación en el escenario contiguo. Un telón gigante de fondo en blanco y negro con una imagen de la película clásica King Kong, el cual estaría acompañada por otros paneles gigantes con imágenes de películas de terror como Frankenstein, el hombre lobo o Mr. Hyde. Después podíamos ver 3 espectaculares pies de micros metálicos con forma de Nosferatu, con los brazos extendidos.

Todo anunciaba un gran espectáculo aunque por desgracia, y como ya nos había anunciado con anterioridad en la rueda de prensa, no sería con toda su producción, lo cual hemos de reconocer que nos desilusionó en gran medida.
Eran las 18:45 y el sol seguía estando presente, lo cual restaba gran parte de la ambientación pero no parecía un gran problema para el gran público asistente, prácticamente lleno, si no completamente lleno.

Con una de sus intros habituales comenzaba el concierto de ROB ZOMBIE para seguidamente reventar el escenario con uno de sus grandes éxitos “Dragula”, dejando claro que habían venido a darlo todo desde el principio. Y así fue, tras un brutal comienzo, le siguieron otros de sus hits como “Superbeast”, “Living Dead Girl”. El sonido fue sencillamente espectacular, con una gran ambientación en cada canción conseguido a base de lanzar samples de sintetizadores, teclados y efectos.

Tanto Rob como el resto de músicos salieron con una indumentaria y maquillaje dignos de una película de terror, muy en la línea de Zombie y reforzando aún más la impresionante puesta en escena con la que nos estaban deleitando.

Rob por su parte estuvo espectacular, fue un no parar, corriendo, bailando, saltando de plataforma en plataforma e incluso saltando al foso y subiéndose en lo alto de la valla de seguridad y cantando una canción sobre todos los fans situados en primera fila.
Pero no todo iba a ser positivo y es que muy a nuestro pesar, el concierto no fue perfecto. Disponían de tan solo 1 hora para tratar de comprimir todo su show y desde nuestra opinión se equivocaron enormemente en el planteamiento, incluyendo un solo de batería, otro solo de guitarra y varias versiones como “Am I Evil” de Diamond Head y algunas partes de otras como “Enter Sandman” de Metallica o “School’s Out” de Alice Cooper. Todos estos añadidos se entenderían en un show de una hora y media o dos horas, pero no en un set reducido con el que plantearon, dejándonos con ganas de escuchar muchos otros temas del propio Zombie.

Después del “horror show” de Rob Zombie, llegaban al segundo escenario principal los brasileños SEPULTURA, dispuestos a hacer mover y mantener caliente al público asistente en los tan solo 50 minutos de los que disponían. Contundentes como viene siendo habitual en ellos, tocaron temas como “Propaganda”, “Refuse/Resist”, “Arise” o la versión de “Polícia” de Titãs. Para cerrar no pudo faltar el “Roots Bloody Roots”. Un concierto correcto pero que puede llegara ser bastante aburrido si no eres un fan de la banda, con una puesta en escena muy estática donde su cantante y frontman Derrick Green simplemente se limita a recitar sus frases, sin ninguna intensidad ni intención de contectar con el público, basándose únicamente en las rentas de lo que Sepultura consiguió hace muchos años.

Tras un día de calor extremo, había llegado el momento esperado por gran parte del público asistente. Hacía muchas horas que hordas de metalheads de todas las edades y con camisetas de Iron Maiden se agolpaban en la zona de los escenarios principales. Había gente en la primera fila desde la apertura del festival a las 10.30 de la mañana tan solo para este momento. Con un lleno absoluto terminó de descubrirse el escenario que los ingleses IRON MAIDEN tenía preparado para estas 2 horas de clásicos que nos esperaban y que habían limitado la escenografía de otros músicos como Rob Zombie, pero los galones se hacen notar en grandes festivales como éste.

Con una estética glaciar inspirada en el que es para muchos, un servidor incluido, el mejor disco de los Maiden, “Seventh Son of a Seventh Son”, y aun estando a plena luz del día a pesar de ser las 9 de la noche, comenzaba el concierto con dos intros, “Doctor Doctor” de UFO seguido por el tema principal de la película “Al Rojo Vivo”.

Tras una espera muy larga, finalmente saltaron al escenario con las primeras notas de “Moonchild”, al que siguió un apoteósico “Can I Play with Madness”. Los británicos dejaron claro que iba a ser un gran concierto cargado de clásicos y así fue, uno tras otro fueron cayendo leyendas del Heavy al mismo tiempo que se producían cambios en los inmensos telones de fondo. Poco a poco iba oscureciéndose, mejorando en gran medida la ambientación y el efecto de las luces. Bruce Dickinson no paró de correr durante todo el concierto, demostrando que sus 55 años no son impedimento para seguir realizando su show habitual. Está claro que no se mueve ni correo como hace 10 o 20 años, pero aun así nos deleitó con un gran concierto, una muy buena intensidad y puesta en escena. No podemos decir lo mismo del resto de músicos que si bien cumplen su parte correctamente, no están a la altura de Bruce en cuanto a espectáculo sobre el escenario.

Por otro lado, la fórmula de 3 guitarristas con la que llevan años trabajando los ingleses no parece funcionar muy bien en directo, con un Janick Gers que parece estar relegado a hacer posturitas y tonterías sobre el escenario mientras los verdaderos guitarristas Adrian Smith y Dave Murray se encargan de tocar.

Queda latente este problema en algunas partes de melodías a 2 guitarras donde se puede apreciar 2 guitarristas haciendo la misma melodía, que al tocarlas ciertamente descoordinadas hacía que sonara mal junto a la armonizada. Mismo efecto que consiguieron cuando interpretaron el solo de una canción a 2 guitarras, tocando exactamente lo mismo pero sin sincronización, sonando realmente mal.

Salvo este apunte, el concierto fue bastante buen y completo, con temas como “The number of the Beast”, “Wasted Years”, “Seventh Son of a Seventh Son”, “Fear of the Dark” o “The trooper” en la que Bruce apareció como es habitual con su uniforme militar rojo y la bandera británica. Tampoco pudo faltar la aparición de Eddie a modo de gigante cruzándose el escenario y jugueteando con Janick (que para algo está aquí no?) y escenificando la portada del Seventh .

Terminaron con 3 bises, “Aces High”, “The Evil That Men Do” y “Sanctuary”, para el deleite de los asistentes para despedirse con la mítica canción de los Monty Phyton “Always Look on the Bright Side of Life”.

Buen concierto de los británicos y buena puesta en escena, aunque tras tantos años y con tantos shows parece que se han quedado algo estancados haciendo siempre el mismo show. Con los presupuestos que manejan, personalmente agradecería algo más fresco e innovador en su puesta en escena.

DIA 2.- Sábado 21 Junio.

Comenzaba el segundo día de festival y lo haría pronto para nosotros, dirigiéndonos al segundo escenario principal para ver a Miss May I para llevarnos la sorpresa de ver una afluencia de público nada normal para ser las 12 de la mañana.

Pronto entendimos el motivo de tal lleno y es que justo antes tocaban LEZ ZEPPELIN y sí, al igual que nos pasó a nosotros la primera vez que vimos el cartel, la gran mayoría de las personas asistentes irían confundidos pensando que tocaban los verdaderos LED ZEPPELIN. No es por quitarle mérito, pero realmente creemos que los grupos de versiones deberían llevar la coletilla de “cover band” para evitar este tipo de malentendidos.


Pudimos ver las últimas 3 o 4 canciones y he de decir que estuvo bastante bien. La cantante tenía una muy buena voz que pegaba realmente bien con el estilo de Robert Plan mientras que el resto recreaban la puesta en escena original. Quizás la elección de canciones no fuese la mejor con algunas partes de canciones con mucho vacío ambiental.

Ya en el escenario principal 2, comenzaron los norteamericanos MISS MAY I. El sonido fue realmente malo, con las guitarras muy bajas y la voz con subidas y bajadas. Este fue uno de los grupos que más nos decepcionaron en directo. El sonido del disco tiene mucha pegada que no se vio reflejada en el escenario.
El apartado vocal fue el más flojo, con un gutural que se prodigaba muy bajo mientras que cuando pasaba a cantar con algo más de voz hablada el volumen subía drásticamente, evidenciando que no era un problema de volumen por parte del técnico de sonido sino de la propia técnica vocal de su cantante.

Interpretaron temas como “Refuse to Believe”, “Relentless Chaos” o “Hey Mister”.

Eran las 13:35 cuando empezó a sonar el “Let’s Go” de los Ramones en el escenario principal, dando la entrada los rockeros SKID ROW. Liderados por Scotti Hill y Dave Sabo en las guitarras y por Johnny Solinger al micrófono, los norteamericanos nos transladarían en el tiempo con temas como “18 and Life”, “Monkey Business”, “Slave to the Grind” o “Youth Gone Wild”. Tenia muchas ganas de ver a Skid Row en directo aunque me hubiese gustado haberlos podido ver en su momento, cuando eran grandes y con Sebastian Bach. No es que Solinger no lo hiciera bien, pero simplemente no es lo mismo. Incluso si el propio Sebastian estuviese aun en la banda, no sería lo mismo. A pesar de esto, pasamos un buen rato recordando los buenos tiempos de la banda.

A continuación nos trasladamos, por primera vez en el festival, a la carpa que alojaba los escenarios de música más extrema por así decirlo, The Altar y The Temple, para ver a TROLLFEST.


Ir a un concierto de Trollfest es como ir a una gran fiesta de Folk. Lo noruegos, hermanos pequeño de los finlandeses Fintroll, como así se describieron ellos mismos sobre el escenario, salieron caracterizados con batas de doctor así como con diversos complementos, gafas y caras pintadas, creando un ambiente algo siniestra que luego se convertiría en aun más fiestera cuando cambiaron a camisas hawaianas coloridas de flores.

Entre su repertorio festivo nos llamó la atención la versión de “Toxic” de Britney Spears, muy bien convertida a su estilo.

La carpa estaba llena a reventar y los noruegos hicieron saltar y bailar a todos los asistentes desde el principio hasta el final. Esta es una de esas bandas que, incluso sin conocer ni una de sus canciones, son capaces de hacer pasar un gran rato y disfrutar de la música en directo.

Una vez más nos dirigimos al escenario principal 2 donde actuaría otra banda de metalcore también procedente de USA, WE CAME AS ROMANS. Los de Michigan nos presentaron un directo enérgico, con una buena intensidad sobre el escenario de todos sus miembros así como una música con pegada y melodías al mismo tiempo, buenos breakdowns que fueron calentando el ambiente progresivamente para lo que vendría a continuación en dicho escenario.
Sus dos cantantes, David Stephens y Kyle Pavone, se compaginaban bien en el escenario, mezclando voces guturales con limpias al más puro estilo metalcore, aunque hay que decir que este último estuvo algo desafinado en algunas partes durante todo el concierto.
Buen concierto donde empezaron los moshpits, crowdsurfing y algún que otro circle pit.

El sol seguía castigando duramente cuando comenzaba EXTREME en el escenario principal. La banda norteamericana se separó en el ’96 y se mantuvo así hasta el 2004 en el que decidieron reunirse para dar una serie de conciertos. Dicha reunión se prodigó en el tiempo y han seguido en activo desde entonces.

Con muchas ganas saltó al escenario su cantante Gary Cherone, el cual encontramos en un estado físico más que envidiable, y muy activo durante todo el concierto. Acompañado por Nuno Bettencourt, hicieron un repaso a su discografía, enfocando gran parte de su set list en su mejor álbum, Pornograffitti, del cual interpretaron canciones como “Decadence Dance”, “When I'm President”, “It ('s a Monster)” o “Get the Funk Out”. No pudo faltar su canción más famosa y esperada por el público asistente, “More Than Words” que interpretarían a dúo Gary y Nuno, así como con la ayuda de miles de personas que la coreaban al unísono.
También interpretaron una canción de su último disco, “Comfortably Dumb”, la cual no tuvo la misma acogida que los clásicos.

Tras una hora de rock era momento de volver a la intensidad del segundo escenario principal y vernos las caras con un grupo local. DAGOBA saltarían al escenario para terminar de calentar el ambiente y poner patas arriba al público asistente.

Los franceses hacen un Groove metal con ciertos toques industriales que realmente dejan a pocos impasibles. No habíamos tenido la ocasión de verlos en directo con anterioridad pero hemos de decir que nos impresionaron mucho.
Con prácticamente un lleno total, no le hizo falta más que un par de acordes para hacer aparecer una nube de tierra provocada por los saltos del público.

Con un buen sonido y una pegada tremenda fue uno de los conciertos más animados de todo el festival, como así ocurriese el año pasado con sus paisanos Gojira.

La gente llovía sobre los miembros de seguridad situados en el foso y los circlepits y moshpits eran continuos. En este concierto pudimos ver también el Wall of death más grande que hayamos presenciado y que, según las pantallas del Hellfest ha sido el más grande del año.

Tras tomarnos un pequeño descanso, volveríamos al mismo escenario a ver otro de los grandes del hardcore, HATEBREED. Los norteamericanos tenían 55 minutos y los aprovecharon hasta el último segundo con un total de 18 canciones, incluyendo una versión de Slayer, el “Ghost of War”.

La música de Hatebreed está definitivamente hecha para ser tocada en directo. Directa, pesada y contundente.

El público estuvo entregado desde el primer minuto, estaban bien calientes tas el concierto de Dagoba y tenían ganas de más. Los moshpits y crowdsurfers se repetían sin parar mientras los liderados por Jamey Jasta mantenían la intensidad sin propiciar ni un solo minuto de descanso.

Uno tras otro fueron cayendo temas como “I Will Be Heard”, “In Ashes They Shall Reap”, “Defeatist”, “To The Threshold” o “Destroy Everything” con el que terminaron su set. Grandísimo concierto para los amantes del Groove metal y de los moshpits.


Después de descansar un poco de tanta intensidad nos dirigimos de nuevo a la carpa para ver a ELUVEITIE. Nos fue complicado poder entrar ya que estaba llena a reventar, mucha expectación para ver a los a la banda de folk metal procedente de Suiza. Tras una pequeña intro ambiental se fueron sumando instrumentos uno a uno, batería, violín, gaita hasta que finalmente llegó la explosión completa. Guitarras, flauta, bajo, coros… hasta que finalmente apareció su cantante Chrigel Glanzmann. El público estaba entregados por completo y no quedaba un hueco libre para ver a estos grandes músicos.

Interpretaron canciones como “Helvetios”, “Inis Mona”, “A Rose for Epona”, “Luxtos”, “Thousandfold”, para cerra con el gran “Havoc”. De su último disco sólo incluyeron un tema, “King”
Su directo es sencillamente genial, todo suena perfecto y muy similar a los discos pero con mucha más pegada, siendo un grupo que te ofrece dos opciones, meterte en el meollo a saltar y brincar, o bien retirarte un poco a disfrutar más tranquilamente de todas sus melodías y armonías.

Tras este gran concierto era el momento de otro de los cabezas de cartel y una de las bandas más esperadas. Llegaban los legendarios y míticos AEROSMITH y como viene siendo normal con estas superbandas, siempre llegan con unas exigencias que normalmente van mucho más allá de la lógica.

Al acercarnos a los escenarios principales a primera hora de la mañana pudimos ver que el escenario principal había cambiado, habiéndole añadido una larga pasarela que saldría desde el centro del mismo hacia un segundo escenario a modo de isla en el centro del público, algo muy común en estas bandas, permitiéndoles acercarse más al público y ponerse literalmente en medio de ellos. Hasta aquí todo genial, pero cuando llegamos a la zona de prensa nos informan que no sólo no se puede sacar fotos de Aerosmith sino que la banda había exigido que ningún fotógrafo pudiera sacar fotos a ninguna banda que tocase en el escenario principal 1 durante todo el día. Por supuesto, sobra decir que ninguna banda tenía permitido el uso de dicha plataforma y escenario/isla, cosa que Max Cavalera ignoró en su actuación con Soulfly y se dio el gusto de dar un paseo por la misma.

Otra de las cosas que prohibieron fue el crowdsurfing lo cual generó muchos problemas. Durante todo el festival había sido muy común el ver a la gente flotar sobre tu cabeza y los miembros de seguridad del foso estaban en todo momento ayudando a los que se animaban a bajar correctamente sin hacerse daño. Hemos de decir que si alguna vez has querido hacer crowdsurfing, Hellfest es tu sitio.

Como decimos, los seguritas te bajan entre algodones, un verdadero placer verles trabajar. Pues bien, esto se vio confrontado con las demandas de Aerosmith, lo cual causó un poco de caos ya que no se había anunciado en ningún sitio la prohibición con lo que cada vez que alguno se aproximaba a la zona de las vallas de seguridad, los seguritas se ponían de pie en las mismas exigiendo a los que soportaban el peso de los crowdsurfers que los bajaran inmediatamente antes de llegar adelante, ya que ellos no lo iba a recoger ni dejar pasar al foso. Os podéis imaginar gente que lleva muchas horas esperando en las primeras filas para tener un buen sitio teniendo que vérselas con gente que era bloqueada por la seguridad y les obligaban a quedarse adelante, perjudicando en gran manera a todos estos pacientes fans. Un verdadero desastre.

¿Excentricidades de los famosos? ¿Forma de probar hasta donde pueden exigir a las organizaciones de festivales con demandas estúpidas?.
De cualquier manera, era el momento de Aerosmith y todas sus excentricidades era secundarias ahora. Teníamos muchas ganas de verlos en directo y la verdad es que no nos defraudaron.

Tras una explosión en la megapantalla que tendrían colocada de fondo y una pequeña intro de imágenes y narración, fueron saliendo poco a poco y animando a la gente con aplausos, para finalmente arrancar con un clásico del ’76, “Back In The Saddle”. Steven Tyler estuvo muy activo durante todo el concierto, correteando por la pasarela y contorneándose como sólo él sabe hacer. Evidentemente no se mueve como hace 20 ó 30 años, pero hay que recordar el que cantante tiene 66 años y aún así, es un puro espectáculo (nada que ver con lo que veríamos al día siguiente con Ozzy). Joe Perry también estuvo a la altura, no sólo en cuanto a la ejecución sino a su forma de tocar, siempre con sus poses de rockstar y su sobrada actitud.

Con más de 40 años de carrera y 15 discos en su haber, nunca es fácil hacer un set list pero lo que está claro es que no iban a decepcionar ni dejar de tocar los clásicos que les han hecho ser una de las bandas de rock ‘n roll más importantes. Durante 2 horas sonaron temas como “Eat The Rich”, “Love in an Elevator”, “Walk This Way”, “Dude (Looks Like a Lady)” o la gran “Mama Kin”.
Otros grandes momentos de la noche fueron sus baladas “Cryin’” y “I Don’t Want to Miss a Thing”, que fueron coreadas por gran parte del público.

Ya a punto de finalizar el concierto y después de que la banda abandonara el escenario, un gran piano blanco apareció en el escenario isla donde Steven Tyler interpretaría uno de sus grandes clásicos del ’73, “Dream On”, perteneciente a su primer álbum autotitulado “Aerosmith”, terminando de arrancar los gritos de la gente. Joe Perry bajó por la pasarela a mitad de la canción para subirse al piano en el momento del solo, creando una de las mejores imágenes del concierto.
Tras este momento épico, el bajista Tom Hamilton se hizo dueño de la pasarela donde tuvo su momento de gloria con un solo de bajo (el cual llevaba 2 iphones pegados al tiempo que grababan en video al público) para arrancar el que sería el último tema de la noche, “Sweet Emotion”, terminando por todo lo alto con cañones de humo y confeti.

Sin duda uno de los mejores conciertos del festival aunque siempre me quedará la pena de no haberlos podido ver en su mejor momento de forma.

Después de un día muy largo y con pocas fuerzas decidimos darle una oportunidad a AVENGED SEVENFOLD que tocarían a continuación en el escenario principal contiguo. Tenía ganas de comprobar si la fama conseguida por estos americanos se consolidaba o certificaba en cierto modo en directo o si por el contraría eran simplemente un producto creado a base de talonario.

Con cierta preocupación por el horario en el que tocarían según comentó el propio cantante M.Shadows (1 de la mañana), comenzarían el concierto con “Shepard of Fire”, canción que da comienzo a su nuevo disco “Hail to the King”, el cual ha recibido severas críticas por prensa e incluso por músicos como Robb Flynn, cantante de Machine Head, por ser un plagio de bandas como Metallica, Guns ‘n Roses o incluso AC/DC.
La banda saltó al escenario con poca intensidad y poca garra, confiando que el fuego de fondo hiciera el trabajo por ellos, pero no fue así. El único que lo intentaba y estaba activo fue su cantante, mientras que Synyster Gates, guitarra principal, tenía una actitud de completa indiferencia, caminando a paso lento de un lado a otro y con cara de estar muy aburrido (y estábamos en la primera canción).

La cosa no mejoró mucho con el paso de las canciones. Se centraron especialmente en su último disco, con temas como “Hail to the King”, “Doing Time” o “This Means War”. Tampoco faltaron sus temas más conocidos, “Nightmare”, “Afterlife” y “Unholy Confessions”.

En resumidas cuentas, un concierto muy aburrido sólo aptos para los verdaderos fans de la banda.

DIA 3.- Domingo 22 Junio.

Comenzaba el último día de festival. Muchos conciertos ya a nuestras espaldas y piernas, y mucho cansancio acumulado, pero aún nos quedarían algunas grandes bandas por delante.
Los 2 días anteriores habíamos empezado las sesiones maratonianas de conciertos desde primero hora y no habíamos tenido la ocasión de disfrutar de las instalaciones del festival, pasear por la nueva plaza de acceso principal, ver las tiendas y en resumidas cuentas, de disfrutar del ambiente del festival fuera de los conciertos. Así que decidimos tomarnos un tiempo de relax para disfrutar de esta otra parte también importante de este tipo de eventos.

Ya de vuelta a la zona de escenarios principales, tuvimos la ocasión de ver las últimas canciones de SEETHER, una banda originaria de Sudáfrica pero afincada en USA. No conocíamos la banda pero he de decir que me gustó bastante lo que oímos. Sonido melódico, bastante suave pero al mismo tiempo pesado y con buenas guitarras. El cantante también tenía una muy buena voz en directo, con un toque sureño que lo hacía muy interesante. Me quedé con ganas de haberlos visto al completo pero bueno, apuntado en la lista y la próxima vez no se nos escapará. Es lo bueno de los festivales, a veces conoces bandas que te sorprenden como ha sido este caso.

Ya en el escenario anexo, comenzaban los brasileños ANGRA. Con una gran cantidad de público y el sol castigando de lo lindo, arrancaba el concierto con una intro de Vangelis, “Jerusalem”, ambientando y preparando la salida de los miembros de la banda. Con algunos problemas de sonido al principio, ruido de alguna guitarra y volúmenes de guitarra solista y de cantante muy bajos, los brasileños arrancaron “Angels Cry”, canción que dio título a su primer trabajo de estudio en el ’93.

Con un power metal progresivo muy técnico y con un virtuoso de la guitarra como es Kiko Loureiro, su música puede llegar a ser algo monótona y aburrida si no eres un fan, cosa que nos pasó a nosotros. Sin ser un mal concierto, simplemente no nos transmitió mucho.

Era las 5 de la tarde del domingo y el sol y el calor seguían siendo elementos clave del fin de semana. A lo largo del festival pudimos ver como varias personas perdían en conocimiento, sobre todo gente que llevaba muchas horas en las primeras filas, y que tuvieron que ser sacados en volandas por la seguridad.

Y no fue hasta esta hora del último día que alguien de la organización pensase sobre el tema e hiciera algo al respecto. Afortunadamente (aunque algo tarde), empezado a hacer uso de grandes mangueras y refrescar al público asistente.
Fue durante el concierto de ALTER BRIDGE, lo cual nos infundió grandes dosis de energías, pudiendo de esta manera disfrutar más del concierto.

Teníamos muchas ganas de ver al cuarteto liderados por su cantante y guitarrista Myles Kennedy y por el guitarrista Mark Tremonti, y afortunadamente no nos decepcionaron. Myles estuvo tremendo a la voz al mismo tiempo que muy activo y con gran complicidad con el público, los cuales apoyaron y siguieron cada petición del cantante. Es siempre una gozada ver a un músico pasándoselo en grande sobre el escenario.

Empezaron el concierto con “Adicted to Pain” de su reciente álbum “Fortress”, del cual también interpretarían “Cry of Achilles”, centrándose así en temas más conocidos como “Ties That Bind”, “Metalingus”, “Rise Today” o “Isolation” con la que cerraron el concierto.

Nos dirigimos nuevamente al escenario contiguo para ver a los maestros del thrash metal ANNIHILATOR y como siempre que los hemos visto, disfrutamos como niños. Jeff Waters, líder y alma de la banda, no es sólo un virtuoso a la guitarra ni un genio componiendo sino que es un auténtico showman. Al igual que comentábamos anteriormente con Myles Kennedy, es un verdadero placer ver como incluso después de 30 años de carrera, sigue disfrutando y pasándoselo en grande sobre el escenario, sin parar de correr de un lado al otro, siempre cercano al público y con una actitud de la que muchos músicos podrían aprender.

Dificil tarea la de resumir 30 años y 14 discos en tan solo 50 minutos pero los canadienses hicieron una buena selección con grandes temas como “Set The World On Fire”, “Brain Dance”, “Human Insecticide” o “Alison Hell”.

Volviendo a la carpa del Altar encontraríamos a los norteamericanos THE BLACK DALHIA MURDER”, de los que tan solo vimos un par de canciones debido al cansancio acumulado. Muchas horas de pie al sol y corriendo de una escenario a otro pasan factura, y aun nos quedaban 2 platos fuertes que digerir, con lo que a veces hay que hacer pequeños sacrificios como éste.

Los de Michigan comenzaron “In Hell Is Where She Waits for Me”, canción que abre también su último disco “Everblack”, seguidos de “Moonlight Equilibrium”, “On Stirring Seas of Salted Blood” y “Their Beloved Absentee”.

Sin mucho tiempo para descansar volvimos al escenario principal donde actuarían uno de los grupos más esperados del cartel. Los norteamericanos SOUNDGARDEN fueron una de las bandas que, junto con Nirvana, instaurarían un nuevo estilo de música en los ’90 pero que terminó por disolverse en el ’97. Trece años después, la banda liderada por Chris Cornell anunció su reunión, lo que trajo consigo un nuevo álbum en el 2012.

Todos estos años de inactividad, alimentado en gran parte por el mito creado alrededor de Nirvana y el grunge, han hecho de la banda de Seattle un mito viviente. Prueba de ello y a modo anecdótico fue ver a dos miembros de Dark Angel, que habían tocado justo antes en este escenario, viendo el concierto en el foso junto a los seguritas, cantando cada canción y chocándola entre ellos como si no dieran crédito de lo que estaban viendo. Realmente una escena muy curiosa.

El concierto fue como un viaje en el tiempo a los ’90. Cornell, con su única y peculiar voz, nos tenía preparado un set list cargado de himnos recopilados exclusivamente de sus 2 mejores álbumes, el “Badmotorfinger” y el “Superunknown”, con la excepción de “Beyond the Wheel” del disco “Ultramega OK”, con el que cerró el concierto.

Asimismo pudimos disfrutar de canciones como “Searching Wuth My Good Eye Closed”, “Spoonman”, “Rusty Cage”, “Outshine” y por supuesto, “Black Hole Sun”.
Realmente podrían haber seguido tocando otra hora más pero los escasos 65 minutos con los que contaron les basto para dejar a todos con una sonrisa en la cara.

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