
Artista:Sheilan
Álbum:Para Toda La Eternidad
Sello:Santo Grial
Fecha lanzamiento:2013
La historia de la banda de Ceuta, Sheilan, no es precisamente jóven. Ya hace nada menos que 25 años que están en el panorama, aunque con la poca fortuna de haber grabado tan sólo un álbum, con bastante aceptación en la época, eso si. Entonces, 25 años después de aquella experiencia, qué mejor manera de celebrar la existencia de la banda, que editando un único ep de 5 temas llamado Para Toda La Eternidad, que sinceramente, esperemos sea la antesala de un larga duración, ya que tras un cuarto de centena de años, un mini-álbum sabe a muy poco.
Sabe a poco porque la nueva savia de Sheilan suena mucho más que decente, creando unos cortes modernos, metálicos, con armónicos feroces en las guitarras, una voz que recuerda en muchos momentos a la de Carlos Escobedo, y un sonido muy definido y logrado. Claro...grabado en los famosos Cube madrileños, y con la masterización de Ue Nastasi (Anthrax, Gojira, etc), nada suena descolocado ni fuera de su sitio...Un Nuevo Amanecer suena poderoso, con un riff muy americano, armónicos a lo Zakk Wylde, y unas melodías vocales perfectas para entrar a la primera. Nada nuevo en el horizonte eso sí...tan sólo algún guiño al metalcore en la segunda voz, pero con un estribillo que podrían haber facturado Savia o Sôber.
Más me agrada Malos Hábitos, que con un machacón riff nos sumergen en un tema con mucha más personalidad que el primero, y donde Carlos Jiménez escupe mucho feeling vocalizando a la perfección una muy buena letra, para con Volver a Nacer entrar de nuevo en parámetros muy USA, y donde de nuevo, el uso de la voz de Carlos acaricia los tonos más "made in Escobedo". Sin embargo, el tempo y estructura de guitarras más stoner de Inquietud, si que nos saca de una homogeneidad, recordándome bastante a lo que hicieron Kill Devil Hill hace algunos meses en su álbum debut. Decir que el propio Carlos Escobedo presta sus cuerdas vocales para el corte, así como el siempre descomunal Manu Reyes (hijo), quien hace un trabajo espectacular a la batería.
Para terminar el aperitivo que nos brindan Sheilan, Para Toda la Eternidad se presenta mucho más groove, más potente, pero sólo en su inicio, introduciendo guitarras ambientales al más puro estilo Sôber, que acompañadas de la voz de Carlos, crean un buen corte para despedir el entremés que la banda nos muestra en forma de ep.
Buena carta de presentación tras 25 añazos, que sitúa a Sheilan como una de las nuevas promesas para el 2014. Eso sí, alejándose de clichés nacionales, re-adquiriendo su propio sello, y manteniendo el excepcional nivel compositivo de Para Toda La Eternidad.
Crítica: José Rojo.