Artista: Jolly Joker
Álbum: Never Say Forever
Sello: The Fish Factory
No me sorprende, a día de hoy, que Jolly Joker sean considerados como estandartes del panorama nacional en su género...es más, lo que me llama la atención, es que no hayan dado un salto mucho más grande, y lo llevo diciendo desde la primera vez que presencié un show suyo, que además, fue uno de los primeros de su historia. El subidón de adrenalina, energía y buen rollo que me supuso aquel momento fue suficiente para engancharme a los Jokers para siempre, y he seguido cada paso que han dado hasta el día de hoy, en el que editan su tercer disco de estudio, Never Say Forever, su álbum más maduro, profesional y redondo hasta la fecha, y eso es algo muy a tener en cuenta tras sus dos anteriores puñetazos.
Para empezar, diré que la portada es una de las mejores de 2018, una de mis favoritas, y seguro que la de muchos, muy por encima de la media, y por supuesto hablo en términos internacionales...por si alguno pensaba que me refería a un baremo restringido a nuestro territorio. Pero es cuando empieza a sonar "Anywhere", donde la calidad de la portada se refleja también en la música de los valencianos. La voz de Lazy roza lo frenético, el estribillo es sensacional, y todo suena como tiene que sonar, incluido un Yannick que cada vez me gusta más a las seis cuerdas, imprimiendo fuerza en sus acordes con personalidad, todos ellos muy angelinos y macarras...algo que, sin la estupenda base rítimica y sin una producción notable, no se reflejaría igual, del mismo modo en que lo hace, y Never Say Forever tiene ese "algo" en el sonido que te engancha y te hace darle al "play" mil veces, una detrás de otra. Crudo, desnudo de arreglos pomposos, pero magnético. "Nasty Habits" es una vacilada de canción, y lo que más me gusta, es que a pesar de que Lazy pueda recordar a Sebastian Bach, e incluso Alice Cooper en alguno de sus "dejes", esto suena a Jolly Joker, y es algo de lo que la banda se tiene que sentir orgullosa...de adquirir una identidad en un género en el que cada vez es más complicado encontrar autenticidad y originalidad.
"Believe" ya conocida por todos, es un medio tiempo espectacular, de carretera, con olor a gasolina, y perfecto single para el trabajazo que se ha marcado la banda, con un estribillo sensacional, creado por y para los directos. Lane desgañita su voz en muchos pasajes, y el sentimiento que desprende, es muy parecido al que me dejaron enormes trabajos como el debut de Circus Diablo (banda proyecto de Billy Duffy, para los más despistados). "I'm Rock'n'Roll" nos trae a la mente aquellos años locos de Mötley Crüe en su desarrollo instrumental, aunque también haya destellos de la suciedad y la mala baba de Zodiac Mindwarp, una de las bandas favoritas del frontman de Jolly Joker. Estupendos los coros del estribillo, por cierto. "Hey Babe" es puro rock, con un riff festivo y un tono general más orientado a pasarlo en los incendiarios conciertos de los valencianos, mientras que "Star Behind", con un desarrollo más "serio", nos deja una de las piezas más a la yugular del disco.
Para terminar, nos encontramos con una de mis favoritas de la historia de la banda. "Set My Soul on Fire", que comienza con un riff que recuerda a "Steal Your Fire" de Gun, tiene una cadencia cercana a The Cult que enamora, sobre todo si eres seguidor de los de Astbury, al que, por cierto, se acerca sigilosamente Lazy en algunos rugidos de la composición. "I Wanna Go" cumple un ciclo de la mejor manera posible, es decir, un disco de pura electricidad dirigida al corazón, de poco más de media hora...¡como debe de ser!.
Yo lo sé, ellos lo saben, y todos deberíais saberlo. Never Say Forever es uno de los mejores discos del año pasado, y lo mejor de todo, es que ahora toca ver a la banda en directo presentando estos temazos, algo que yo, al menos, no me pienso perder en cuanto tenga oportunidad.
Inmensos Jolly Joker.
José Rojo