OZZY OSBOURNE - ORDINARY MAN

Artista: Ozzy Osbourne
Álbum: Ordinary Man
Sello: Epic/Sony Music

Es para reírse cuando ves algunos comentarios actuales por la red sobre el madman. Pero es normal, pues un personaje tan público como él, tiene tantos seguidores como haters, aunque negar su aportación al mundo musical, especialmente al rock y heavy metal, es hacer comentarios kamikaze, porque puedes salir mal parado. Y si su última obra de hace diez años, Scream, ya me pareció un más que válido álbum en solitario, y 13 de Black Sabbath un disco a la altura de los clásicos de la banda de Iommi, hablaré de Ordinary Man como un epitafio perfecto para una carrera llena de intensas luces, aunque muchos luchen por tirarla por tierra. Ni un sólo disco de Osbourne ha carecido de algo especial. De más alcance o menos...más cercanos a un público o a otro, el inglés siempre ha sabido rodearse de la gente adecuada para sorprender, y en su nuevo trabajo, grabado en muy poco tiempo y en las circunstancias que rodean su salud, estaba casi seguro de que nada malo podía gestarse...¿o no habéis escuchado nunca aquello de que los artistas funcionan mejor bajo un ambiente agobiante o decadente?. Ozzy lo ha vivido, y no para bien, lo que se traduce en un muy buen disco, que se deja escuchar de principio a fin, muy agradable de escuchar, y alejado de lo que muchos esperaban, es decir...solos rápidos, riffs o bases metaleras. Obviamente queda muy lejos de Blizzard Of Ozz, Bark At The Moon o No More Tears, y si alguien esperaba una segunda parte de algunos de ellos...¡pobres ingenuos!. Era tan válido esperar eso, como que yo piense que a sus 71 años, le viene como anillo al dedo el crear un lp de rock, dirigido más a la canción que a un riff concreto, y eso, dada su extensa discografía, se agradece. Como que incluso siendo seguidor de Zakk, pueda parecerte correcto que prescindiese de él, cuando en discos como Black Rain, más bien parecía un invento de los propios Black Label Society, que del propio Ozzy.

Vemos la bonita portada, y la cosa promete, pareciéndome la más impactante desde hace ya unas cuantas décadas, representando muy bien un espíritu tan enérgico como decadente, a través de una imagen que evoca tanto sentimiento maligno, como cierta belleza oculta. Y ese sentimiento más cercano al mal que debería navegar por "Straight To Hell", está presente, con un riff muy eléctrico de guitarras tratadas, una batería de sonido muy old school y unos acolches de sintentizador simulando coros, muy efectivos. Andrew Watt es una pieza clave, que no solo se ha encargado de la guitarra y tareas varias del desarrollo del álbum, sino también de la producción, con la que ha hecho un gran trabajo, porque la compresión es la justa para que el oído capte detalles sin saturarse, pues uno de los principales problemas de los álbumes actuales, es la producción (véase Monster de Kiss), mientras que Ordinary Man mantiene la esencia de las producciones de los años 90. Si tenemos en cuenta que el elenco que le ha rodeado está compuesto por Duff Mackagan, Slash, o Chad Smith...ya está todo dicho. Rock en estado puro que no puede dar mal resultado. "All My Life" tiene esa cadencia particular de temas como el que grabó con Slash en su primer álbum solitario, "Crucify", pero con un halo más positivo, cierto tono de nostalgia, y un solo espectacular. "Goodbye" sin embargo, si que posee un tono más oscuro, que se presagia desde los arpegios plagados de efectos del inicio, con una estructura más moderna, y un buen estribillo que no pasará a la historia, agradando sin más, con algunas guitarras slide que llenan el tema de matices. Probablemente uno de los momentos más Sabbath del álbum, que todavía lo es más en una acelerada parte final que engorda positivamente mucho el resultado final.

Hay pausas emocionales, pero en las dosis justas para no aburrir en ningún momento, y que el trabajo se pueda digerir con placer. "Ordinary Man" es uno de esos picos del disco en los que hay emoción extra, que llega al nivel de temazos infravalorados de su carrera como "Dreamer", donde el madman comparte micrófono con un Elton John, que, con su breve aparición, completa más la escucha, complementándose perfectamente con Osbourne en una composición en la que están cuidadísimos los coros y las líneas de teclado, para llegar así al cúlmen del álbum en "Under The Graveyard", que esté sí, es un enorme tema que entra disparado en la primera escucha, y nos toca el alma desde que empieza la primera nota. Cuando Ozzy canta el estribillo a bocajarro, ya nos tiene ganados, y nos hace sentir grandes sensaciones en uno los grandes momentos de la escucha. Indiscutible e incontestable.

Pasada la primera mitad del disco, donde se ubican los "singles", una armónica precedida por unas poderosas notas de bajo, nos introducen en otro "momento Sabbath", de olor setentero, gran riff y una voz muy bien encajada en las estrofas, para llegar a un fácil estribillo, a través de un desarrollo que podría haber sido parte de 13. Al igual que la intensa, decadente y enorme "Today is the End", que si en su inicio parece que Iommi y Butler estén detrás de todo, toda esa sensación desaparece al llegar a un radiable estribillo, de cierto tono triste y que termina enganchándote escucha tras escucha, resultando curioso, que a partir de este momento las palabras "the end" sean una constante, lo cual preocupa y da un extra de carga emocional a la escucha...¿será el final de verdad?. "Scare Litte Green" vuelve a recordárnoslo, a través de una composición que no hubiese estado de más en Down To Earth, e incluso Ozzmosis, dos grandes álbumes a mi parecer. Y deseando ver el videoclip con Jason Momoa jugando a ser Ozzy...todo sea dicho. Mientras que el tono apocalíptico, triste y casi decadente, nos introduce al final de Ordinary Man con una sentida "Holy For Tonight".

"El Final" viene marcado por una pieza que casi podría encajarse en cualquier disco de Duff, "It's a Raid", junto al rapero Post Malone. Pero ¡no os escandalicéis!. Es una composición fiestera a tope al más puro estilo Velvet Revolver, que casi nos hace olvidar que este podría ser el último esfuerzo discográfico de nuestra estrella. Quizás como bonus track, "Take What You Want" con Post Malone y Travis Scott (ya podría haber sido Scott Travis...¿o no?) sirva como curiosidad para algunos, pero el tratado de voces no encaja en el álbum, motivo por el cual se ha quedado como un extra anecdótico.

Después de llevar sonando en mis reproductores una semana una y otra vez, solo puedo dar la enhorabuena a Ozzy por editar un álbum tan digno, entretenido y de calidad como Ordinary Man en este punto de su carrera, que esperamos no sea el final. Pero esa enhorabuena también he de dársela a sus miles de seguidores...bueno, a los suyos, y a los del rock. Porque tener un disco así de Ozzy Osbourne en la actualidad, es todo un lujo y un regalo.

José Rojo

Agregado: March 3rd 2020
Moderador: joserojo
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