Artista: Hadadanza
Álbum: Juglar
Sello: Helheim Records
Me resulta muy fácil hablar de una banda como los alicantinos Hadadanza, que aunque ya tenían un disco en circulación bajo el nombre de Magia, ahora van a por todas poniendo toda la carne en el asador, pues ya os digo que su segundo disco de estudio, Juglar, será mucho más que del agrado de todos aquellos que añoran aquellos primeros tiempos de formaciones como Saurom Lamderth y aquel El Guardián de las Melodías Perdidas. Pues en gran medida, ese trabajo me viene a la mente de forma continua mientras voy catando Juglar, porque recuerdo escucharlo por primera vez, y pensar que la producción era pobre, y que a la banda le faltaba un empujón en estudio...algo que con los años no veo del todo así. Y digamos, que una sensación parecida me deja este álbum, que valoro de primeras por muchos aspectos en los que me ha sorprendido para bien. Primeramente, como no podía ser de otra manera, el aspecto visual de la portada me parece magnífico, y define a la perfección lo que guarda tras ella, pues el rollo juglaresco es auténtico y definitorio de todo lo que escucharás durante los once cortes que nos presenta el combo. Pero tras esa producción menos convincente a priori, descubres una gran cantidad de matices musicales, detalles de grabación y melodías de primera, que hacen que la percepción vaya transformándose conforme pasan las escuchas.
La intro "Becainiel", en sus más de tres minutos, crea un hype tremendo, envuelto en una belleza y atmósfera perfecta para la ocasión, y es cuando comienza a sonar "Un Mundo de Fantasía", el momento en que realmente la música te transporta a un viaje peculiar, cargado de buenas melodías, una voz de Dave Simarro que transmite una naturalidad y pasión fuera de duda, pero que resulta peculiar y única, aunque por momentos crea que debería haber sido tratada de otro modo en el estudio. Cuestión de gustos, supongo, ya que sola o en compañía de coros, es quizás el punto más difícil de encajar en el álbum, pues creo que con otro tipo de producción en la que no quedase todo tan a flor de piel, hubiese redondeado un producto que de veras, me ha convencido y gustado. Sobre todo por la honestidad que ha tenido la banda de grabar el álbum sin otros alardes que no sean las facultades de sus instrumentos, cuerdas vocales y buen hacer, lo que le da un aire todavía más natural y juglaresco. "Un Mundo de Fantasía", por ejemplo, no solo me parece una buena composición, sino que creo que puede ser un futuro clásico de la banda, con esa fusión de folk, y el heavy tradicional de, por ejemplo, los antiguos Northwind. Todo un hallazgo que incluso te hace retroceder unos años en el tiempo. Sin embargo, "Soy Trovador" va ganándome poco a poco, sin convencerme los tonos más altos del estribillo, siempre complementándose, eso sí, con un trabajo instrumental de muy buena factura.
En el inicio de "Corazón de Hojas Secas", el nombre de José Carlos Molina me ha venido a la mente de inmediato nada más comenzar a sonar los primeros compases, en una pieza juglaresca divertida, dinámica y de compleja letra, muy de la escuela Ñu, incluido el estribillo. "La Posada del León", sin embargo, me ha recordado en toda su amplitud a los primeros Saurom, en cuyos tonos vocales, las similitudes con Miguel Ángel Franco, son obvias. No digamos en el magnífico estribillo, que se te adhiere desde la primera escucha. "Sol y Luna" sirve como interludio y meridiano, mostrando un dueto de voces, masculina y femenina, que, acompañadas del teclado y avanzado el tema, la flauta, generan un momento de reflexión necesario llegados a este punto de la escucha.
"La Biblioteca Imaginaria" llama la atención musicalmente hablando, desde el inicio, veloz y de bases básicas, donde para ser sincero, creo que es la rápida letra la que hace que el corte no termine de cuajar entre mis favoritas, para volver a dibujar preciosas melodías y evocar felicidad en "Magia e Ilusión", siendo su punto más débil, de nuevo, el tratado de voces, mientras que el inicio de la propia "Hadadanza" demuestra, definitivamente, el feeling que pueden llegar a transmitir cuando los tonos se adaptan a la grabación, mientras que para finalizar, encontramos un resumen de lo vivido hecho canción a través de "El Increíble Final", con multitud de giros, transiciones acústico-eléctricas, e incluso alguna melodía que evoca formas egipcias, siendo "Una Alegre Despedida" una oda al buen rollo que siempre transmitirá la banda a través de su propia música, sentimientos y visión personal de lo que debe ser un álbum de folk rock.
Valiente, auténtico y muy bien compuesto, Juglar es una buena muestra de que sin una producción en Finlandia, se puede lograr crear un bloque de canciones creíbles, consistentes y ante todo, de verdad. Sin efectos innecesarios, retoques que desvirtúen la música, ni engaños al oyente. Pues con sus pros y sus contras, su sonido es personal e intransferible, y eso, de cara a los siguientes lanzamientos, ya lo tienen ganado. Pero por el momento, yo los seguiré de cerca. Juglar me ha convencido.
José Rojo
