Artista: The Lightbringer of Sweden
Álbum: Rise of the Beast
Sello: Autoeditado
Es muy común al recibir un disco de Suecia, sentir que ya estás ante algo con cierta capacidad o gusto compositivo, y que cierto factor interesante hay tras el disco que encaras, sea la banda que sea...generalmente, no suele fallar. Banda sueca, banda buena...y es que se lo han ganado a pulso. Afirmando igualmente, que hubo un lapso de tiempo en el que emergieron quizás demasiadas formaciones haciendo el mismo estilo, casi todas de corte hard/sleazy, y que algunas de ellas se quedaron en el camino, probablemente de un modo injusto. Pero cuando recibes un trabajo con un portadón como el debut de The Lightbringer of Sweden, Rise of the Beast, y como no, un título tan llamativo, saltan todas la alarmas y el chip de la atención se pone en funcionamiento. Huele a clásico, y aunque lo clásico parece ser moda para algunos, lo es necesidad para otros, especialmente en un panorama musical en el que todo el mundo dice hacer, pero pocos pueden demostrar que lo que hacen tiene el nivel suficiente.
Entre los miembros de la banda hay nombres que han militado en formaciones de la talla de Trail of Murder o Avantasia (como es el caso de su vocalista, Herbie Langhans, quien deja tras de sí un currículum extenso a la par que variado). No obstante, los nombres conocidos no ejercen suficiente peso como para convencer sin resultados, pero en el caso de Rise of the Beast la sensación general ha sido la de satisfacción absoluta, con una propuesta que en primera instancia me ha creado un sentimiento...o mejor dicho, recordado un modo de saborear la música que nos gusta, porque The Lightbringer of Sweden no han venido a exhibirse, sino a demostrar que, sin alardear técnicamente, pero siendo músicos enormemente capacitados, pueden lograr un disco de heavy metal de los de antes. Temas pegadizos, grandes riffs, geniales estribillos, garra y autenticidad. Creo recordar que discos como el Third Wish de Feinstein, me causó un impacto similar...y es que si te gustan monstruos históricos como Accept, Grave Digger o incluso Randy Piper's Animal, Rise of the Beast goza de todos los honores como para que lo incluyas desde ya mismo entre lo mejor en heavy metal del último año. No lo digo gratuitamente, claro está, basándome en los hechos, que recogen una buena producción, grandiosas canciones y gancho...mucho gancho.
Temas como la inicial "Fallen Angels", con un título tan manido como magnético, son pura energía...¡puro heavy metal de primera línea!. La voz de Herbie es contagioso sentimiento. Rasposa, pero cargada de feeling, acompañada de las poderosas guitarras de Lars Eng y Jonas Andersson, crean una sensación de estar escuchando algo familiar, pero fresco a su vez. Estribillos que se repiten hasta la saciedad, pero que están tan bien ensamblados, que no aburren, y un brillo instrumental que se acopla perfectamente a la idea principal de la banda, que no es otra que la de entretener al oyente. Véase el segundo corte, "The Beast Inside of Me", que siendo un medio tiempo, contiene todo lo que una composición de sus características debe tener, es decir, grandes voces, un estribillo casi comercial, y un solo enorme pura escuela Rhoads. Espectacular comienzo que va afianzándose en calidad en composiciones como la sentida "One By One", que, con una mayor presencia del bajo de Johan Bergquist, y algunos riffs sencillísimos, cabalgantes y poderosos, nos llevan a un estribillo cargado de emoción y para cantarlo a pleno pulmón en la ducha o en sus conciertos, cuando se puedan llevar a cabo. Por supuesto, hay lugar para clichés metálicos como el de "Into the Night", que incluso con su título nos llevan a otra época. Pero en este caso, el cliché y su doble bombo, es algo positivo, que en algunas líneas musicales recuerdan a los germanos Running Wild, y nos dejan un temazo hímnico, que transmite buenas vibraciones y grandes momentos vocales por parte de un Herbie colosal.
Pasamos la mitad del álbum, y se nos ha pasado volando, llegando a "Skeletor" frescos, con ganas de más, donde las influencias de bandas del metal alemán como los propios Grave Digger o Running Wild vuelven a ser protagonistas, con otro de sus matadores estribillos. Y es en "Lightbringer" donde me viene a la mente aquellos sensacionales Animal, la banda capitaneada por Randy Piper (ex-W.A.S.P.), en otro himno más que añadir para volver loco al personal en festivales y conciertos varios, mientras que ese inicio de "Save Us", con su sencillez implícita, es puro oro, en uno de los temas más power de todo el trabajo, terminando de convencernos con la preciosa balada "Heaven Has Fallen", en la que reinan los reverbs de voz, una estructura simple pero 100% efectiva, y un solo espectacular, cargado de melodía, sentimiento y de duración suficiente como para no pensar que es una exhibición de técnica, la cual, seguramente, podrían hacer sin ningún esfuerzo los dos guitarristas de la banda, despidiendo el trabajo "Shadow of the Night", cuyas influencias de Judas Priest en el riff inicial, son evidentes, aunque la banda logre cierta identidad, a través de otro buen estribillo, distorsión arpegiada y de nuevo, melodías vocales que se te quedarán pegadas a la memoria durante un buen tiempo.
Está claro que a todos nos ha gustado Too Mean To Die de Accept, y que alucinamos hace dos años con Firepower de Judas Priest, pero creo que gente como The Lightbringer of Sweden merecen estar en boca de todos lo amante de lo clásico, y gozar de esa oportunidad que las bandas que hoy consideramos "las de siempre" tuvieron en sus inicios, ya que, si en Rise of the Beast ya nos han ofrecido una buena dosis de heavy metal de primera línea, es más que probable que sigan dejándonos enormes trabajos en el futuro. Pero de momento, yo voy a pincharme otra vez este Rise of the Beast, y dejarme llevar por los sonidos old school de sus temas.
Totalmente recomendado.
José Rojo
