Warcry - Alea Jacta Est

Aquí nos encontramos frente al tercer trabajo de los asturianos en menos de dos años, Alea Jacta Est es el nombre del plástico en concreto y en él se pueden encontrar algunas cosas novedosas con respecto a sus dos predecesores. Para empezar lo más reseñable es la mejora en la producción, que aún podría haber mejorado más, sobre todo en algunas guitarras solistas que me suenan un tanto extrañas, pero bueno el caso es que hay una mejora patente y eso se agradece, sobre todo en el caso de la batería, que por fin suena a batería de verdad.

Estilísticamente también se nota cierto cambio, al intervenir todos los miembros excepto Fernando Mon y Alberto Ardines en la composición de los temas. Es este un trabajo más unificado que los anteriores, todos navegan en la misma dirección y eso es algo bueno... o malo, depende de cómo se mire, ya que bajo mi punto de vista, el punto negro del disco tal vez sea que llega a ser un tanto monótono. Los famosos toques progresivos que se anunciaban se quedaron en eso, toques progresivos. No esperéis algo tipo Simphony X, ya que eso no lo encontrareis aquí. Sí un sonido más europeo, por llamarlo de alguna manera. En cualquier caso, Warcry sigue sin ser el típico grupo de power metal.

En cuanto a las canciones el disco se abre con El guardián de Troya, un típico himno con la marca histórica típica de Víctor García. Un corte épico y potente muy directo en el que hay que resaltar el final del mismo, con un grito por parte de Víctor de unos 17 segundos de duración que tengo ganas de ver en directo.

Iberia es el tema que le sigue. También una letra más o menos épica con uno de los estribillos más pegadizos del disco, aunque al final tal vez abusen un poco de él, pero el resultado no es malo en absoluto. Una canción más que decente.

La que sigue es Despertar, en mi opinión la mejor y más trabajada del disco. Una composición de Pablo García, muy completa con estribillo marca de la casa, una buena letra y sobre todo unas partes instrumentales dignas de elogio. Un ejercicio de virtuosismo continuo, con piques guitarra-teclado que son de lo mejor que un grupo español ha hecho. Lo único que echo de menos en esta canción es lo mismo que en el resto del disco, la presencia del bajo, que por momentos es casi imperceptible. Warcry han arreglado el sonido de la batería en este disco, para el siguiente deberían pensar en dar algo más de responsabilidad a las líneas del bajo, ya que pasan completamente desapercibidas.

Lamento es la aportación musical del que hasta hace poco era su bajista, Álvaro Jardón y, sinceramente, es la canción que menos me ha gustado del disco. Estilísticamente creo que no encaja demasiado dentro de lo que es el resultado final del disco. La letra tampoco me ha parecido demasiado trabajada, sobre todo en ciertas partes de las estrofas en las que parece que sobran o faltan silabas. Con todo y con eso, es resaltable la parte en la que se relajan un poco al principio de los solos, pero para mi gusto poco más de sí da ese tema.

Sin tu voz es la balada del disco y siento mucho decir que es una balada que no me ha gustado como lo hizo Cada vez o Un mar de estrellas de sus discos anteriores. Junto a la anterior, me parecen lo más flojo del disco. La voz de Víctor es emotiva como nos tiene acostumbrados, pero la letra sinceramente no esta a la altura de la voz. Podrían haberla trabajado más en mi opinión.

Junto a Despertar hay otra canción que me ha gustado especialmente de este disco y es El Aire. Posiblemente una de las mejores composiciones de Víctor García, contundente y con un estribillo desgarrador. Una canción con una letra triste y melancólica en la que hay que destacar el gran solo de Fernando Mon que en este disco está sembrado.

La séptima canción del disco es Junto a mí, obra del tándem Manuel Ramil-Pablo García, que sigue la onda del disco, una canción con base rápida y contundente en la que lo que me parece que está un poco por debajo de la calidad es la línea melódica, excesivamente plana. Pero esta es una canción en la que lo destacable son los cambios de ritmo y las partes instrumentales, muy conseguidas y elaboradas.

Espíritu de amor es el único medio tiempo que hay en el disco, algo más hardrockera que las demás. De nuevo Víctor García ofrece una de sus mejores letras y un final que, sinceramente y aun a riesgo de que pueda llegar a resultar algo ñoño, me ha encantado, con un opus realmente magnifico y grandes coros. Tal vez unas cuantas voces femeninas en ese opus final al que me refiero le habrían dado casi un toque ghospel, pero con todo y con eso es realmente agradable al oido.

Fé es una canción de Manuel Ramil en la que sí se pueden encontrar en abundancia esos toques progresivos que comentaba al principio, pero conservando la pegada y la contundencia de la que hace gala todo el disco con muchas partes instrumentales y unos riffs afilados que por desgracia, y me temo que por culpa de la producción, no se pueden apreciar como deberían. Otra canción en la que echo de menos de nuevo una línea de bajo que este a la altura del resto del tema. La canción concluye con una parte únicamente interpretada por la voz y el piano muy profunda y evocadora.

El disco concluye con Reflejos de Sangre, de nuevo una canción obra de Manuel Ramil y Pablo García, algo más larga que el resto de canciones del disco a excepción de Fé, que ronda casi los 8 minutos. Posee un estribillo que hará furor en los directos con toda seguridad. Una canción con muchos cambios de ritmo y algunas partes tranquilas de enlace que le dan mucha presencia al tema y unos excelentes solos a cargo de los dos músicos. Hay que resaltar el papel de Ramil en el disco, que esta lleno de teclados, solos por su parte de una gran calidad y es que ya era hora de tener en nuestro país a un teclista del nivel que él muestra en este disco.

En definitiva un buen disco, pero que no ha colmado completamente mis expectativas. Me parece un disco de transición, y es que el tercer disco siempre es algo muy difícil de tratar. La calidad es innegable, eso no se puede discutir, pero no es tan directo como fue en su momento El sello de los tiempos. Tal vez el poco tiempo transcurrido desde su anterior publicación sea el responsable de esto, pero en mi opinión la banda debería esperar algo más a la hora de publicar discos, ya que en a penas dos años tenemos tres de sus entregas discográficas. Al principio este disco puede hacerse algo difícil de escuchar, o tal vez, puede llegar a atragantarse un poco, pero con escuchas posteriores gana mucho. Esperemos a ver como lo defienden en directo.

Sorrimon

Agregado: September 9th 2004
Moderador: Sorrimon
Puntuación
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